En Estados Unidos, para mantener la comunidad de osos, usan drones con el fin de supervisar y poder observarlos sin interferir en sus hábitos, aunque, se han demostrado que parece que la observación no es tan transparente como pensamos.
El vuelo de los drones se realiza 20 metros de altura y, en los animales que han sido puestos con localizadores gps y con medidores de pulso cardíaco, pudieron apreciar que el ruido de los drones les aceleraba de manera muy notoria, su ritmo cardíaco, indicando una situación de stress o miedo ante ese desconocido ruido.
Los investigadores han quedado muy sorprendidos porque el aumento del ritmo era gigante, llegando a multiplicar por 4 su velocidad, pasando de la media de 41 latidos por minuto hasta los 162 que se alcanzaba cuando el dron estaba cerca. Esto hace que pensar que tal vez, sea necesario el uso de otro tipo de aparatos para us observación en lugar de los drones que actualmente se están usando.
Fuente: cbc
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