Un incidente significativo en el barrio Outer Sunset de San Francisco ha puesto el foco en el programa de drones del Departamento de Policía de San Francisco (SFPD). Durante un tenso enfrentamiento, un sospechoso supuestamente disparó contra un dron de la policía, algo sin precedentes desde que el SFPD comenzó a utilizar sistemas de aeronaves no tripuladas (UAS) en 2024. Poco después, la situación se intensificó y se produjo un tiroteo, dejando al sospechoso con lesiones que no amenazaban su vida, y fue trasladado al hospital, según informes de Mission Local. Este evento subraya el papel en evolución de los drones en la ley y destaca las complejidades que conlleva su uso en situaciones hostiles.
Aproximadamente a las 4:32 p.m. de ese sábado, los oficiales del SFPD respondieron a llamadas de auxilio sobre un individuo armado que amenazaba a los residentes cerca de la Avenida 41, situada entre Lincoln Way e Irving Street. Las autoridades desplegaron un dron de su flota de seis unidades para monitorear la escena desde lo alto. Los informes indican que el sospechoso disparó contra el dron, aunque no se ha confirmado el modelo específico ni si el dispositivo sufrió algún daño. El sospechoso siguió enfrentándose a las fuerzas del orden, lo que resultó en un intercambio de disparos en el que fue herido por la policía, lo que requirió atención médica.
Drones y la DJI Matrice 30T en el campo de acción
El incidente se encuentra bajo investigación por parte de la Oficina del Fiscal de Distrito de San Francisco, el Detalle de Servicios de Investigación del SFPD y el Departamento de Responsabilidad Policial, con una reunión pública programada para celebrarse dentro de diez días. El programa de drones del SFPD, inaugurado en 2024 tras la aprobación de la Proposición E, opera actualmente con una flota integrada por seis unidades de UAS, utilizando principalmente la DJI Matrice 30T. Este dron de alta gama está equipado con una cámara de 48 megapíxeles y capacidades de vídeo 4K HDR, además de funciones de imagen térmica, un alcance de vuelo de aproximadamente 14,5 kilómetros y una duración de vuelo de 45 minutos. Sin embargo, el departamento se adhiere a las regulaciones de la FAA que exigen operaciones a vista directa.
El episodio en Outer Sunset revela una vulnerabilidad inherente en las unidades ligeras de UAS, que, si bien mejoran la vigilancia, carecen de defensas contra confrontaciones físicas, una preocupación que también comparten las agencias de seguridad en todo el país. Además, es relevante mencionar que bajo la ley federal, específicamente el 18 U.S.C. § 32, disparar intencionadamente contra aeronaves, incluidos los drones, se considera un delito grave, con penas de hasta 20 años de prisión. Este incidente plantea importantes interrogantes sobre la idoneidad y seguridad de dispositivos como la DJI Matrice 30T en entornos de alto riesgo.
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