La Oficina de Edificios de Hong Kong ha llevado a cabo inspecciones en 157 edificios envejecidos a lo largo de 2024, utilizando vehículos aéreos no tripulados (UAVs). Esta innovadora metodología ha logrado optimizar considerablemente el proceso de inspección en comparación con los métodos tradicionales. Actualmente, el departamento emplea ocho drones, cada uno valorado en aproximadamente HK$40,000 (alrededor de 5,100 euros), junto con accesorios asociados. Equipados con capacidades de inteligencia artificial, estos drones facilitan la generación rápida de informes y mejoran la precisión en la detección de defectos, especialmente en áreas de difícil acceso durante las inspecciones convencionales.
Innovación en la inspección de edificios en Hong Kong
La implementación de esta iniciativa con drones representa un avance significativo respecto a las prácticas de inspección estándar, que a menudo requieren procedimientos largos, una gran cantidad de documentación, negociaciones con los propietarios, procesos de licitación y la instalación de andamios. Larry Wong Lui-keung, un alto funcionario profesional del sector de investigación y desarrollo del departamento, subrayó que las inspecciones con drones son mucho más eficientes, logrando capturar imágenes detalladas de todas las superficies de los edificios. Esto se convierte en una herramienta crucial, especialmente en el contexto de las crecientes preocupaciones de seguridad, tras incidentes de personas heridas por caída de escombros, uno de los cuales se produjo el mes pasado en Causeway Bay.
Ante el alarmante aumento de edificios envejecidos en Hong Kong, la Oficina de Edificios se ha comprometido a priorizar la formación de operadores de drones certificados. En un primer momento, 69 pilotos han completado una certificación externa, y el departamento ha sido reconocido como organización de formación avanzada por la Autoridad de Aviación Civil. Con la formación interna en marcha, se espera que otros 56 pilotos reciban capacitación, de los cuales 14 ya han terminado el programa.
De los edificios revisados el año anterior, 352 presentaron peligros significativos en sus muros exteriores. Los propietarios llevaron a cabo reparaciones en 207 de ellos, mientras que el resto fue atendido por contratistas gubernamentales. Resulta destacado que cerca del 60% de los propietarios optaron por realizar reparaciones de emergencia tras ser avisados de los defectos. La Oficina de Edificios se ha marcado un objetivo robusto: inspeccionar 360 edificios cada año y completar las reparaciones de emergencia para dos tercios de ellos antes del inicio de la temporada de lluvias de verano.
El ingeniero estructural jefe, Stephen Chow Hing, ha resaltado que la integración de drones y tecnología de inteligencia artificial amplifica la capacidad del departamento para detectar daños en las fachadas, especialmente en lugares que suelen estar ocultos. A pesar de que la responsabilidad del mantenimiento y la seguridad de los edificios recae en sus propietarios, la correcta atención a estos detalles es vital. La falta de cumplimiento puede conllevar a acciones penales y responsabilidad civil si emergen condiciones peligrosas que causan daños o lesiones. La evolución continua del sistema de inteligencia artificial del departamento, tal como explica Wong, permite que la acumulación de datos fotográficos potencie la precisión en la detección de defectos, superando los métodos tradicionales de inspección.
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