En lo que se suponía que iba a ser una escapada relajante, un turista de 68 años procedente de China se encontró en problemas legales tras operar de manera ilegal un dron DJI sobre la Marina Bay de Singapur.
Zhong Zhensheng llegó a Singapur con su esposa el 25 de junio, ansioso por documentar el paisaje de la ciudad. El mismo día, llevó su dron Mavic Air 2 a Marina Barrage para capturar imágenes aéreas. Sin embargo, su entusiasmo pronto se tornó en complicaciones. Tras realizar dos vuelos que sumaron un total de 26 minutos y alcanzaron una altitud máxima de 148 metros, las acciones de Zhong llamaron la atención de la Autoridad de Aviación Civil de Singapur (CAAS), que posteriormente informó a la policía.
Zhong fue multado con 9,000 dólares (aproximadamente 5,400 euros) la semana pasada tras declararse culpable de tres violaciones bajo la Ley de Navegación Aérea. La considerable multa fue una consecuencia de no haber obtenido el permiso necesario para vuelos de dron por encima de los 60 metros en una zona protegida. Marina Barrage fue clasificada como una zona protegida en marzo de 2024, lo que impuso restricciones a las operaciones recreativas de drones sin la autorización adecuada. Durante sus vuelos, Zhong logró capturar 38 fotografías.
El Fiscal Público Adjunto, Cheah Wenjie, enfatizó la falta de precauciones adecuadas por parte de Zhong. “Una simple búsqueda en línea habría indicado que Marina Bay era un área protegida,” comentó Cheah, abogando por una multa que oscilara entre 11,200 y 13,500 dólares (alrededor de 6,700 a 8,000 euros).
En defensa, el abogado de Zhong, Daniel Loh, solicitó una reducción de la multa a 6,700 dólares (aproximadamente 4,000 euros), citando la insuficiente señalización que indicara las restricciones para drones y las características de seguridad obsoletas del dron, que no alertaron a Zhong sobre las regulaciones. Loh señaló que Zhong tenía la intención de quedarse en Singapur sólo dos días, pero no ha podido salir debido al proceso legal en curso.
Este incidente subraya la necesidad crítica de comprender las regulaciones locales sobre drones antes de volar. En 2023, la CAAS documentó 309 casos de actividad ilegal con drones, que llevaron a procesos judiciales contra ocho individuos y siete empresas, con multas que oscilaron entre 3,000 y 33,000 dólares (aproximadamente 1,800 a 20,000 euros). Otras infracciones se resolvieron mediante multas y advertencias extrajudiciales.
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