En México, utilizan estos aparatos, para garantizar, que las decenas de miles de tortugas golfinas, que invaden sus playas para cavar nidos donde poner sus huevos, y de los cuales sólo un 35% logran eclosionar a los 45 días de incubación, consigan depositarlos a salvo y no sean saqueados.
Esto ocurre, ya que son un producto muy codiciado en el país. Estos drones van equipados de GPS y transmisión de vídeo, por lo que su función será localizar a los saqueadores, más conocidos como ” hueveros”. La mayoría son indígenas del poblado, que llevan consumiendo y comercializando estos huevos desde 1990. Un anónimo explica, que los “hueveros”, irrumpen en decenas, montados a caballo, machete en mano y en ocasiones incluso con armas de fuego. Por ello las autoridades mexicanas, decidieron utilizar los drones para evitar la intrusión de los saqueadores, por lo que el Colegio de Ingenieros Ambientales de México, les donaron dos drones, con este fin.
A pesar de que los “hueveros” se arriesgan a una pena de 9 años de cárcel y multas que ascienden a cerca de 200.000 pesos (10.525€), desde Julio pasado, ha sido detenida una persona y han sido requisados cerca de 14.000 huevos. El problema viene dado, ya que estos dispositivos no están equipados de cámaras infrarrojas y sólo operan durante el día, por lo que los “hueveros” aprovechan por la noche para hallar nidos, ya que en el país son un jugoso negocio. Según hemos leído, a los saqueadores les son pagados por unos 30 pesos (1,50€) el centenar de huevos crudos y posteriormente, los restaurantes los comercializan por unos 60 pesos (3,10€) la media docena de huevos cocinados.
Fuente: Elcomercio
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