Amazon se enfrenta a importantes desafíos en su ambicioso proyecto de entregas mediante drones, tras los recientes accidentes que llevaron a la suspensión temporal de las operaciones con su modelo MK30. Un informe revelador destaca que el 16 de diciembre ocurrieron estas caídas durante vuelos de prueba en Oregón, donde una actualización de software dejó a los drones vulnerables a las inclemencias del tiempo, concretamente, a la lluvia.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) informa que dos drones MK30 se estrellaron poco después del despegue, cayendo desde altitudes superiores a los 60 metros debido a que sus hélices dejaron de funcionar. El problema radicaba en que los sensores LiDAR, mejorados en la última versión, malinterpretaron la lluvia como si las aeronaves hubieran aterrizado con éxito. Esta percepción errónea dio lugar a un secuenciador automático de aterrizaje que se activó mientras los drones aún estaban en el aire.
Desafíos en el desarrollo de los drones de Amazon
El informe de la NTSB indica que las caídas fueron resultado de una lectura incorrecta de la altitud vinculada a la nueva instalación de software, lo cual provocó la pérdida de potencia en los motores. Agravando la situación, se eliminaron los «interruptores de peso», unos componentes metálicos que encontrábamos en modelos anteriores y que confirmaban aterrizajes seguros. Sin estos mecanismos de seguridad, los MK30 dependían completamente del software y de las entradas de los sensores, un cambio que, según fuentes internas, podría haber contribuido a los accidentes.
A pesar de esta narrativa, Amazon ha desmentido la información. La portavoz Kate Kudrna destaca que es irresponsable insinuar que la modificación de un sistema habría evitado los accidentes. Además, ha subrayado que la compañía ha implementado “múltiples entradas de sensor” para evitar tales errores y ha reafirmado que el MK30 cumple con todos los estándares de seguridad de la FAA.
Estos accidentes de diciembre complican aún más las aspiraciones de Amazon en el sector de las entregas con drones, un plan impulsado por la visión de Jeff Bezos en 2013 de lograr entregas aéreas en 30 minutos. Más de diez años después, la implementación a gran escala sigue siendo esquiva, habiendo enfrentado distintos obstáculos, como un notable incidente en 2021 en Pendleton, Oregón. No obstante, Amazon ha reportado que no ha recibido quejas por ruido desde la llegada del modelo MK30 más silencioso.
Tras abordar las directrices de la FAA sobre nuevas tecnologías de sensores de altitud, Amazon reanudó las pruebas en marzo. El MK30, que sustituye al modelo MK27, está diseñado para entregar paquetes en un radio de 12 kilómetros, alcanzando velocidades de hasta 108 km/h. Mientras que su predecesor incorporaba características de seguridad mecánicas, la dependencia del MK30 en sistemas basados en cámaras y redundancias de software refleja una tendencia hacia diseños centrados en software, lo que ha generado críticas por posible descuido de las medidas de seguridad mecánicas.
En la actualidad, las entregas mediante drones están en funcionamiento en College Station, Texas, y en la zona metropolitana de Phoenix, con Amazon fijando su mirada en expandirse a nuevos mercados, incluyendo Kansas City, San Antonio, así como a regiones internacionales como el Reino Unido y Italia.
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