Según los estudios que han realizado, los cientificos de Corea del Sur, han llegado a la conclusión de que el sonido es un buen arma contra los drones.
Su principal ataque reside en los giroscopios, ya que, la mayoría de los analizados, usan resonancia para poder equilibrar el dron y, por tanto, un ataque contra estos dispositivos es mas que suficiente para derribar un aparato comercial.
De acuerdo a las pruebas realizadas, a pesar de que se encuentra fuera de nuestro espectro auditivo, con 140 decibelios, es suficiente para poder derribar un dron a unos 40 metros de distancia, algo que funcionaría en el caso de ser vulnerable y que sus giroscopios usen la resonancia como método de equilibrado.
Fuente: Uasvision
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