El Departamento de Policía de Arlington, en Texas, está realizando avances significativos en su enfoque hacia la aplicación de la ley mediante la expansión de su programa de Drones como Primer Respondedor (DFR, por sus siglas en inglés). Esta iniciativa tiene como objetivo proporcionar a los oficiales una conciencia situacional en tiempo real antes de que lleguen al lugar de un incidente. La idea es clara: cuando se recibe una llamada al 911, los pilotos de drones de Arlington pueden desplegar un dron hacia la ubicación de forma inmediata, ofreciendo una perspectiva aérea en vivo de la situación que está desarrollándose.
Este avance tecnológico tiene el potencial de transformar la dinámica de respuesta policial. Los drones pueden atravesar el tráfico de la ciudad con mayor eficiencia que los vehículos de patrulla, permitiendo a las fuerzas del orden identificar rápidamente a los sospechosos y evaluar las circunstancias, facilitando así una respuesta más efectiva. Inicialmente, los drones se implementaron para monitorear los fuegos artificiales durante las celebraciones, pero su aplicación se ha ampliado para abordar incidentes más serios, como robos, agresiones y casos de personas desaparecidas.
Drones en Arlington para la seguridad comunitaria
El jefe de la APD, Al Jones, ha dejado claro que el programa DFR no reemplaza la respuesta policial tradicional, sino que presenta oportunidades significativas para servir mejor a la comunidad de Arlington. Al mejorar la conciencia situacional, el departamento busca incrementar la seguridad tanto para los oficiales como para los civiles. Cabe destacar que el departamento de policía de Arlington es uno de los pocos en Estados Unidos que cuenta con una exención de la Administración Federal de Aviación (FAA) que permite a los drones operar más allá de la línea de visión del operador. Esto permite que los drones sean controlados a distancia desde el Centro de Crimen en Tiempo Real (RTCC), sin necesidad de un piloto en el lugar.
Para llevar a cabo este programa, el Departamento de Policía de Arlington ha establecido muelles para drones en dos ubicaciones estratégicas de la ciudad. Estos drones, que pueden alcanzar velocidades de hasta 80 kilómetros por hora y tienen un radio de operación de 2.4 kilómetros, pueden responder rápidamente en situaciones críticas.
A pesar de estas capacidades tecnológicas, el departamento es consciente de sus limitaciones. Los drones solo se utilizan en llamadas activas y no se emplean para vigilancia indiscriminada. No graban datos durante el vuelo y cualquier grabación en una escena de incidente debe basarse en justificativos legales. Todos los vuelos de drones se registran y auditan para cumplir con las normativas locales, estatales y federales, presentando un informe público cada dos años al estado que detalla cada despliegue.
Con la expansión del programa DFR, Arlington demuestra su compromiso de aprovechar la tecnología de drones para mejorar las operaciones policiales y la seguridad en la comunidad.