El cineasta y piloto de drones alemán Bashir Abu Shakra ha realizado un trabajo impresionante documentando su viaje en solitario por China, uno de los países con una naturaleza más diversa y espectacular. Durante un mes, Abu Shakra recorrió algunos de los paisajes más icónicos y remotos de China, capturándolos en 4K gracias a su drone DJI. Entre sus grabaciones destacan zonas como el tramo escarpado de Jiankou en la Gran Muralla China, las montañas kársticas de Guilin y Yangshuo, las famosas “montañas Avatar” en Zhangjiajie y la inmensa desierta Gobi.
Documentando la naturaleza más remota de China con drone
La aventura comenzó con una caminata en solitario por Jiankou, uno de los tramos menos restaurados y más abruptos de la Gran Muralla. Mientras que lo habitual es hacerlo con guía, Bashir optó por la autonomía total, lo que casi le lleva a perderse en los bosques de alrededor. Más tarde pasó una semana en la zona mejor conservada de Jinshanling, un lugar que dedicó a recordar a los trabajadores que construyeron esta emblemática fortificación. Este contraste entre secciones restauradas y salvajes refleja perfectamente la dualidad natural y cultural que ofrece China.
Desde el corazón de China, Abu Shakra fue hacia las desérticas regiones de Mongolia Interior. Allí exploró durante cuatro días la Badain Jaran, una de las zonas con dunas más altas del mundo y lagos escondidos en medio de la arena. La dificultad del terreno hizo que tuviera que acampar en un entorno extremo, demostrando no solo su experiencia con drones sino también su resistencia física y mental. Posteriormente, su viaje le llevó a la provincia de Xinjiang, donde cruzó un vasto desierto con ayuda de imágenes satelitales, tomando precauciones extremas tras incidentes mortales recientes ocurridos en esa región.
Los retos no solo fueron geográficos, sino también técnicos y logísticos. Para garantizar su seguridad, Bashir utilizó un vehículo 4×4 muy bien equipado, un sistema de comunicación de emergencia –imprescindible dada la falta de cobertura móvil– y cargó con suficientes provisiones. Su recorrido por las zonas más remotas de China fue tan exigente que la pérdida de peso por la alimentación limitada fue una constante. Además, las revisiones de seguridad en las estaciones de tren y aeropuertos añadieron un grado extra de complejidad a este viaje en solitario.
Sin embargo, el esfuerzo mereció la pena, sobre todo cuando el clima le permitió capturar una preciosa salida de sol sobre los paisajes de Zhangjiajie y las montañas kársticas de Guilin, un momento que considera excepcional dado lo variable del tiempo durante su estancia. La perseverancia y la pasión por mostrar la naturaleza de China han quedado patentes en el resultado de su trabajo.
Este proyecto todavía no ha concluido; Bashir planea seguir explorando y grabando otros rincones inéditos. Su vídeo no solo es una pieza de interés para quienes disfrutan de las cámaras de drones, sino también para cualquier viajero o aventurero interesado en los paisajes menos accesibles y más auténticos que China ofrece.
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