Un reciente incidente protagonizado por un chico de 14 años y un dron submarino ha puesto de manifiesto la importancia de la vigilancia en zonas históricas, tras el descubrimiento y posterior detonación de una bomba de la Segunda Guerra Mundial en el río Ure, en North Yorkshire. Cameron Makewell estaba poniendo a prueba las capacidades de su dron submarino Fifish V-EVO cuando localizó un objeto cilíndrico de dos metros de longitud en el fondo del río, inicialmente confundido con un antiguo depósito de gas. Curioso, manobró el dron para inspeccionar más de cerca, sin ser consciente del peligro que corría.
El padre de Cameron, Adam Makewell, identificó el objeto como una bomba aérea SC500 nazi, capaz de contener más de 250 kilogramos (aproximadamente 550 libras) de explosivos. Se cree que la bomba fue lanzada por un bombardero Stuka alemán durante la Segunda Guerra Mundial y permaneció oculta durante décadas, a pesar de la popularidad del área para actividades recreativas como natación y navegación. Adam y Cameron estaban aproximadamente a 50 metros del sitio cuando se produjo el hallazgo.
Detonación controlada de la bomba
La situación se complicó una vez que informaron a las autoridades locales sobre el descubrimiento. Inicialmente, fueron recibidos con escepticismo, pero la policía cambió de opinión tras visionar las imágenes grabadas por el dron. Poco después, se desplegó a la escena la unidad de desactivación de explosivos de la Royal Navy. Aunque se encontraron con dificultades debido a la subida de los niveles del río y la baja visibilidad, finalmente lograron localizar la bomba y llevar a cabo una detonación controlada, lo que resultó en un cráter de dos metros cuadrados y la muerte de peces cercanos.
Tras el incidente, los Makewell revelaron su renovado interés por la historia de la Segunda Guerra Mundial. También expresaron su esperanza de que la bomba desactivada pudiera ser exhibida en un museo local en Ripon. Esta operación, que requirió la coordinación entre policía, equipos de bomberos y expertos medioambientales, subraya la relevancia de la vigilancia en áreas donde puede haber restos de munición histórica aún enterrada.
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