China ha incluido oficialmente en su lista negra a 11 fabricantes de drones con sede en Estados Unidos, clasificándolos como entidades «no fiables», lo que conlleva sanciones comerciales y restricciones a la exportación significativas. El gobierno chino sostiene que estas empresas han participado en «cooperación tecnológica militar con Taiwán», una afirmación que refleja la postura de Pekín sobre la isla como parte integral de su territorio. Las empresas afectadas, ahora excluidas de actividades de comercio e inversión en China, incluyen nombres destacados como Skydio, BRINC Drones e Insitu.
El listado incluye:
– Skydio: Líder en soluciones de drones de vuelo autónomo y seguridad pública.
– BRINC Drones: Drones diseñados para ayudar a los primeros intervinientes en operaciones tácticas.
– Red Six Solutions: Consultoría en seguridad nacional para clientes de defensa.
– SYNEXXUS: Sistemas de redes tácticas y datos de campo.
– Firestorm Labs: Plataformas de drones modulares para aplicaciones militares.
– Kratos Unmanned Aerial Systems: Desarrollador de aeronaves no tripuladas de alto rendimiento.
– HavocAI: Especializado en aplicaciones de IA para coordinación de drones en el campo de batalla.
– Neros Technologies: Sistemas de guerra electrónica montados en drones.
– Domo Tactical Communications (DTC): Sistemas de comunicación seguros para fuerzas militares y de ley.
– Rapid Flight: Drones personalizables de largo alcance para misiones de defensa.
– Insitu: Producción de drones para inteligencia y vigilancia.
El movimiento de China se produce en medio de tensiones comerciales acentuadas, especialmente tras la imposición de aranceles a las importaciones por parte del expresidente Donald Trump. Este anunció un arancel base del 10% para todos los productos importados, sumando un 34% adicional a los provenientes de China. En respuesta, China implementó un arancel similar del 34% sobre las importaciones estadounidenses.
Skydio ya ha comenzado a experimentar las consecuencias de estas sanciones, especialmente en su cadena de suministro, ya que la empresa depende de proveedores chinos para componentes esenciales como baterías. El CEO Adam Bry ha informado a los clientes sobre inminentes escaseces de baterías, revelando que están limitando el suministro a una batería por dron y buscan proveedores alternativos fuera de China. Bry ha señalado que esta situación pone de manifiesto el uso estratégico de las cadenas de suministro por parte de China para ejercer influencia sobre las empresas tecnológicas estadounidenses, especialmente en el sector de drones, históricamente dominado por fabricantes chinos.
Las consecuencias para el sector tecnológico
Este panorama se ha visto complicado por una serie de acciones estadounidenses contra empresas tecnológicas chinas, dirigido especialmente a DJI, que fue añadida a una lista negra de inversiones por el Departamento del Tesoro estadounidense en diciembre de 2021, a raíz de acusaciones sobre infracciones de vigilancia contra la población uigur en Xinjiang. El tira y afloja entre Estados Unidos y China pone de relieve las vulnerabilidades que existen en las cadenas de suministro globales de tecnología. Ahora, los fabricantes de drones en EE. UU. se ven obligados a diversificar sus fuentes de suministro para reducir riesgos geopolíticos. Asimismo, empresas tecnológicas de gran tamaño como Apple, Meta y Amazon también están sintiendo el impacto, con una caída en sus precios de acciones ante este aumento de tensiones comerciales.
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