La designación formal de un aeronave representa un hito importante en cualquier programa de desarrollo, indicando un avance notable a través de distintas etapas y la posibilidad de adquisición. Recientemente, la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha hecho pública la designación de su Aeronave de Combate Colaborativa (CCA), actualmente en desarrollo por General Atomics Aeronautical Systems, Inc. Este aeronave será designada como YFQ-42A, lo cual marca un paso crucial para este caza no tripulado mientras avanza hacia una eventual producción, aunque todavía se encuentra en fases iniciales de desarrollo.
El presidente de GA-ASI, David R. Alexander, expresó su orgullo por esta nueva designación oficial. Estas aeronaves representan una historia sin igual en plataformas no tripuladas que satisfacen las necesidades de los combatientes estadounidenses y abren las puertas a una nueva era para el poder aéreo. La nueva designación YFQ-42A cumple con las convenciones de nomenclatura establecidas por la Fuerza Aérea, donde la letra “Y” indica que se encuentra aún en fase de producción inicial, “F” denota su clasificación como caza, y “Q” señala su estatus no tripulado. El número asociado a la designación es generalmente único, mientras que la letra “A” señala el bloque específico del avión.
El futuro del YFQ-42A
En caso de que el YFQ-42A entre en producción, la “Y” será eliminada de su designación, pasando a ser FQ-42A. Las futuras actualizaciones de bloque seguirán un patrón similar, como FQ-42B, C, D, y así sucesivamente. Para ponerlo en contexto, el veterano bombardero B-52H utiliza un sistema análogo donde la “H” indica múltiples actualizaciones de bloque.
El programa CCA tiene como objetivo mejorar los cazas tripulados actuales como el F/A-18, F-22 o F-35, actuando como un “ala no tripulada”. Esta aeronave está diseñada para apoyar a los pilotos con sistemas de armas adicionales, capacidades de guerra electrónica o funciones de reconocimiento. En algunos escenarios, se busca que un solo piloto pueda manejar una escuadrilla de aeronaves no tripuladas, reemplazando las configuraciones tradicionales de varios cazas tripulados.
Desde el punto de vista económico, el YFQ-42A se prevé que sea considerablemente más asequible que los cazas de sexta generación, aliviando así la carga financiera relacionada tanto con el reemplazo de aeronaves como con los costes de entrenamiento de pilotos. A pesar de estos avances, persiste cierto escepticismo respecto a la eficacia de los sistemas no tripulados, especialmente cuando los escuadrones tradicionales de aeronaves tripuladas no han mostrado vulnerabilidades significativas en operaciones de combate.
La Fuerza Aérea está investigando activamente la viabilidad de estos sistemas no tripulados mediante pruebas en curso con su plataforma experimental XQ-67A. A medida que avanzan los ensayos, se anticipan nuevos conocimientos sobre las fortalezas operativas y limitaciones de estos cazas acompañantes no tripulados antes de cualquier despliegue en escenarios de combate activo.