Investigadores que monitorean ciervos de cola negra de Sitka en el archipiélago de Kodiak, Alaska, han llegado a la conclusión de que el uso de drones térmales mejora significativamente las operaciones de captura de vida silvestre, al tiempo que incrementa la seguridad en zonas habitadas por osos, según el Wildlife Society Bulletin. En el denso terreno montañoso de la isla Afognak, los biólogos del Departamento de Pesca y Caza de Alaska se encontraron con obstáculos considerables en su intento de colocar collares a los ciervos. Las técnicas de rastreo tradicionales, basadas en métodos terrestres, resultaron ineficaces, ya que los ciervos permanecían ocultos en la densa vegetación, asustándose y evadiendo la captura.
La introducción de un cuadricóptero equipado con capacidades de imagen térmica marcó un punto de inflexión. Esta tecnología aérea permitió al equipo identificar una mayor concentración de ciervos camuflados entre la maleza. Shannon Finnegan, quien colaboró con la Koniag Native Corporation en el estudio, comentó que habían localizado muchos más animales de los que imaginaban, lo que les permitió collar a ocho de los diez ciervos objetivos. Esta eficacia gracias a los drones térmales no solo facilitó la identificación de los ciervos, sino que también redujo considerablemente los riesgos asociados a las operaciones de campo.
Durante las operaciones de campo de octubre, el biólogo William Dunker subrayó varios peligros potenciales relacionados con la captura de ciervos, como el ahogamiento de animales tranquilizados, las caídas desde acantilados o la atracción de osos Kodiak. Las capacidades de situational awareness del dron aportaron múltiples ventajas, como la localización de demografías específicas de la población de ciervos, la guía al personal de tierra hacia los animales ocultos y la monitorización en tiempo real de los ciervos que recibían tranquilizantes, minimizando así accidentes.
Drones térmales: una herramienta esencial en la gestión de fauna
Finnegan resaltó que la comunicación en tiempo real entre el operador del dron y el equipo en el suelo aumentó notablemente la eficiencia operativa. Los resultados positivos de este estudio sugieren que los drones térmales podrían tener aplicaciones en contextos más amplios de gestión de vida silvestre, como estrategias no letales para el control de osos problemáticos en localidades de Alaska y esfuerzos de control de depredadores en regiones como Oregón. La investigación sobre la fluctuante población de ciervos de cola negra de Sitka depende de datos precisos sobre sus movimientos y forrajeo, lo que hace que estos avances tecnológicos sean cruciales para estrategias de gestión eficaces.
La experiencia del equipo, a pesar de las reservas iniciales sobre la utilidad de los drones, subrayó el valor de esta tecnología. Una mayor eficiencia en la captura conllevó a un menor estrés en la fauna y menos tiempo en el terreno para los investigadores. Este caso ejemplifica cómo la tecnología de drones térmales está encontrando aplicaciones prácticas en la investigación científica especializada, especialmente en entornos desafiantes. A medida que los sistemas de imagen térmica se vuelven más económicos y las capacidades de los drones evolucionan, es probable que investigadores en todo el mundo adopten metodologías similares, redefiniendo así los estándares en la recopilación de datos y las prácticas de conservación.
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