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DCRO: Analizando los peligros de los drones en el SORA 2.5 para un futuro seguro

La Asociación Holandesa de Operadores de RPAS Certificados (DCRO) ha presentado un interesante informe que cuestiona las estimaciones de probabilidad de “flyaways” en sistemas de aeronaves no tripuladas (UAS), tal como se describen en las próximas pautas de Evaluación de Riesgos de Operaciones Específicas (SORA) 2.5. Basándose en datos extensos de operadores profesionales y en la experiencia de DJI, un destacado fabricante de drones, la DCRO sostiene que los riesgos de “flyaways” son significativamente más bajos de lo que anticipan actualmente los reguladores, incluso hasta en un factor de 100. Esta revelación subraya la necesidad de un enfoque estandarizado para la recolección de datos de seguridad y una reevaluación de las evaluaciones de riesgo en áreas operacionales.

Un cambio importante en SORA 2.5

SORA funciona como un marco de evaluación de riesgos desarrollado por las autoridades de regulación sobre sistemas no tripulados (JARUS), y cuenta con el respaldo de la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA). Es particularmente relevante para operaciones que superan los límites de la Categoría Abierta, incluyendo vuelos más allá de la línea visual (BVLOS) y misiones sobre áreas pobladas. La nueva SORA 2.5, que se implementará en los estados miembros de EASA en 2025, introduce cambios significativos, obligando a los operadores a tener en cuenta los riesgos en el suelo en áreas adyacentes a su espacio operativo, un movimiento que, si bien busca aumentar la seguridad, ha generado controversia.

Acorde a la SORA 2.5, un UAS tendría 1 de cada 1.000 horas de vuelo de probabilidades de experimentar un “flyaway” debido a fallos técnicos. Sin embargo, los datos de la DCRO, que abarcan más de 1,4 millones de horas de vuelo de múltiples operadores, indican una probabilidad de “flyaway” de aproximadamente 1 en 714.000 horas de vuelo. Esta notable discrepancia plantea serias preguntas sobre la validez de las suposiciones que sustentan el marco SORA.

Los datos de la DCRO, que abarcan registros de vuelo de 2011 a 2023, muestran que la formación rigurosa y los protocolos de los operadores profesionales contribuyen a tasas de “flyaway” más bajas. Las estadísticas de DJI también respaldan este hallazgo, mostrando probabilidades aún más bajas para sus modelos de empresa. La distinción entre operadores profesionales y no profesionales es fundamental, ya que los primeros cumplen con estándares operativos estrictos que mitigan riesgos.

Las implicaciones de las estimaciones de probabilidad conservadoras de SORA 2.5 podrían forzar a los operadores a invertir en medidas costosas, como los sistemas de terminación de vuelo (FTS), que podrían no mejorar la seguridad y, en cambio, llevar a accidentes. En este contexto, la DCRO aboga por una recolección estandarizada de datos de seguridad en toda la Unión Europea y una reevaluación de las evaluaciones de riesgo en el suelo.

Los desafíos que plantea SORA 2.5 resaltan la lucha continua entre la cautela reguladora y la practicidad operativa. La presión por un enfoque más basado en datos en la regulación de drones podría allanar el camino hacia políticas que reflejen de manera más precisa las realidades de las operaciones profesionales de UAS, apoyando en última instancia el crecimiento de este sector en expansión.

Fuente

Eduardo Ruiz: Apasionado de la tecnología, sobretodo smartphones y ordenadores, usuario de Linux y encargado de Gizchina.es. He arrancado Masquedron.es con la idea de transmitir toda la información de este mundo, sobretodo desde las marcas chinas.
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