La iniciativa de entrega de drones de Amazon se enfrenta a una fuerte oposición en College Station, Texas, un pueblo universitario de aproximadamente 125,000 habitantes. Este lugar ha emergido como un punto álgido de resistencia comunitaria, lo que contrasta notablemente con otros sitios de pruebas en EE.UU. donde la Administración Federal de Aviación (FAA) recibe mínimas críticas. En College Station, los residentes han enviado alrededor de 150 comentarios en contra de la propuesta de Amazon para aumentar los vuelos diarios de drones de 200 a 469 y extender el horario operativo de 7 a.m. a 10 p.m.
Las preocupaciones locales se centran principalmente en la contaminación acústica. Los vecinos han comparado los ruidos de los drones con «motosierras voladoras» y sopladores de hojas incesantes. Uno de los residentes, Brad Marquardt, expresó su frustración durante una reunión del consejo municipal, argumentando que los drones han transformado su tranquilo vecindario en una zona industrial. Si Amazon llevara a cabo sus expansiones, los lugareños podrían ver drones volar aproximadamente cada 58 segundos a lo largo de un periodo de 15 horas diarias.
En el ámbito técnico, Amazon ha hecho avances notables con su modelo de dron MK30, que cuenta con un alcance de 12 kilómetros y un 40% menos de ruido en comparación con versiones anteriores. Sin embargo, la seguridad ha suscitado inquietudes, incluida la presencia de dos accidentes de drones en diciembre de 2024 y una colisión en vuelo anterior atribuida a errores del operador. Estos sucesos llevaron a la paralización voluntaria de la flota en enero de 2025, mientras Amazon trataba de abordar estas preocupaciones de seguridad.
Desafíos Regulatorios para Amazon
Las dinámicas regulatorias también desempeñan un papel fundamental en la situación de College Station. Aunque la FAA consideró la oposición pública «sin fundamento o fuera de su ámbito», está supervisando de cerca la evolución del asunto. Amazon consiguió aprobaciones regulatorias clave en 2024, pero la vigilancia continua refleja tanto los desafíos como las oportunidades que conlleva la entrega de drones.
Además, han surgido preocupaciones sobre la privacidad y los impactos medioambientales. Algunos habitantes temen la vigilancia mediante drones, mientras que la paralización de los vuelos supuestamente ha permitido la reaparición de la fauna local. Como respuesta a las inquietudes de la comunidad, Amazon ha modificado su enfoque, reduciendo la frecuencia de los vuelos y comprometiéndose a trasladar su instalación antes de finales de septiembre de 2025.
A pesar de los retos, hay quienes apoyan la entrega de drones, argumentando que el progreso tecnológico demanda adaptación. Kim Miller, una residente local, recordó su positiva experiencia recibiendo una entrega por dron y señaló un creciente interés entre los potenciales compradores de casas por la proximidad a los servicios de Prime Air. Sin embargo, otros consideran que la compañía debe mejorar la transparencia y establecer servicio al cliente local para atender las preocupaciones comunitarias persistentes.
Con un objetivo ambicioso de 500 millones de entregas de drones anuales para finales de la década, la experiencia en College Station resalta la importancia de las relaciones comunitarias en la evolución de los sistemas de entrega de drones.
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