Un hombre de 55 años en Suecia se ha convertido en la primera persona en recibir una multa significativa por volar un dron bajo los efectos del alcohol, lo que evidencia la férrea postura del país en materia de seguridad aérea. En julio de 2023, durante un evento de coches clásicos en Rättvik, las autoridades que monitorizaban las festividades con su propio dron detectaron otro aparato no tripulado que infringía el espacio aéreo restringido. Al investigar el incidente, pudieron rastrear el dron rebelde hasta su operador, cuyo nivel de alcohol en sangre se midió en 0,69, más de tres veces el límite legal en Suecia, que es de 0,2.
El hombre inicialmente admitió que pilotaba el dron, pero posteriormente intentó desviar la responsabilidad alegando que un amigo inexistente estaba al mando. Su alto nivel de alcohol fue un factor crítico en el juicio. La fiscal Jenny Holden Nyström destacó que este caso era sin precedentes en su experiencia, aunque dio la bienvenida a la sentencia.
Consecuencias claras y una multa significativa
La presidenta del tribunal de distrito, Karin Hellmont, explicó la razón detrás de la sanción, afirmando que la operación de drones se asemeja a la de pilotar una aeronave. A pesar de ser controlados de forma remota, los drones representan riesgos significativos, incluido el potencial de causar daños en caso de caer. Por lo tanto, el tribunal impuso una multa de 32,000 coronas (aproximadamente 2,900 euros), que deberá ser saldada en un plazo de 80 días.
Si bien este caso marca la primera condena de Suecia por volar un dron bajo los efectos del alcohol, otros países ya están abordando problemas similares. Por ejemplo, en Japón, los operadores de drones intoxicados enfrentan la posibilidad de hasta un año de prisión o multas que pueden alcanzar los 300,000 yenes (alrededor de 2,240 euros). En Estados Unidos, la Administración Federal de Aviación establece un estricto límite de 0,04 de BAC para los pilotos de drones, y las infracciones pueden acarrear severas penalizaciones.
A medida que los drones se popularizan para diversas aplicaciones, incluida la entrega de productos, esta sentencia actúa como un mensaje de advertencia. Las implicaciones legales sobre la operación de drones bajo influencia del alcohol pueden ampliarse, pero la norma fundamental es clara: operar cualquier vehículo o aeronave, ya sea tradicional o no tripulada, no debe entrelazarse con el consumo de alcohol.
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