En Filadelfia, las actividades de Michael DiCiurcio, conocido por su canal de YouTube PhillyDroneLife, han atraído la atención legal tras una decisión de un tribunal federal en su contra por operaciones de drones inseguras. DiCiurcio, que se dedicó a documentar el horizonte de la ciudad desde diciembre de 2019, enfrenta graves acusaciones de violar las regulaciones de la Administración Federal de Aviación (FAA). Sus vuelos de dron a menudo se aventuraron en zonas restringidas, lo que supuso riesgos considerables para la seguridad pública.
La Oficina del Fiscal de EE.UU. para el Distrito Este de Pensilvania ha expuesto una serie de comportamientos temerarios, incluidos vuelos nocturnos de drones cerca de puntos de interés como la Estatua de William Penn y Liberty One. Un incidente destacado implicó un casi choque de su dron con la aguja de una iglesia, además de vuelos no autorizados en espacio aéreo controlado cercano al Aeropuerto Internacional de Filadelfia. En otra ocasión, DiCiurcio perdió el control de su dron, que terminó flotando de manera impredecible sobre áreas pobladas.
A pesar de recibir múltiples advertencias y recursos educativos de la FAA para fomentar prácticas de vuelo seguras, DiCiurcio persistió en sus maniobras peligrosas, lo que resultó en una propuesta de multa de 182,000 dólares (unos 170,000 euros) debido a sus numerosas infracciones. La situación se complicó al punto que la Oficina del Fiscal de EE.UU. presentó una queja formal, con el objetivo de imponer sanciones civiles importantes y una orden judicial para detener sus actividades ilegales.
El desenlace de PhillyDroneLife
El 23 de enero de 2025, DiCiurcio alcanzó un acuerdo de conformidad con el tribunal, admitiendo las violaciones de la FAA y aceptando los hallazgos administrativos establecidos. Este juicio incluyó una prohibición permanente de todas las operaciones de drones en Estados Unidos, el desmantelamiento de su canal de YouTube y la entrega de sus drones y equipamiento relacionado a la FAA. De manera notable, este acuerdo le permitió evitar la severa sanción financiera a cambio de renunciar a su preciado pasatiempo.
Katie Thomson, Administradora Adjunta de la FAA, enfatizó la importancia de cumplir con las regulaciones de seguridad, mientras que la fiscal estadounidense Jacqueline C. Romero subrayó las obligaciones de los operadores de drones de mantener estándares de seguridad. El caso de DiCiurcio resalta la crítica necesidad de operar drones de manera responsable, demostrando que la búsqueda de imágenes cautivadoras no debe comprometer la seguridad pública.
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