La situación en los parques nacionales de Estados Unidos se ha vuelto alarmante debido a los recientes despidos. El Servicio Nacional de Parques (NPS) planea reducir su plantilla en aproximadamente 1,000 empleados, mientras que el Servicio Forestal de EE.UU. está terminando alrededor de 3,400 contratos de personal reciente. Estos despidos afectan principalmente a los trabajadores en periodo de prueba y representan cerca del 5% de la plantilla total del NPS. Esta significativa reducción de personal, sumada a la decisión de DJI de relajar las restricciones de geovallas para drones, representa un nuevo reto para la aplicación de las regulaciones en los parques nacionales.
A pesar de estos despidos, la afluencia de visitantes a los parques nacionales no cesa. Según la Asociación de Conservación de Parques Nacionales, el sistema de parques registró 325 millones de visitas en 2023, lo que supone un incremento de 13 millones en comparación con 2022. La presidenta de la NPCA, Theresa Pierno, destacó que, aunque la contratación estacional es crucial para el funcionamiento eficiente de los parques, una reducción tan drástica en la plantilla podría tener consecuencias graves tanto para los parques como para las comunidades locales.
El impacto de los despidos se manifiesta principalmente en roles no relacionados con la aplicación de la ley, afectando a guías interpretativos y al personal administrativo encargado de la educación de los visitantes y de la implementación de políticas. Aunque los bomberos y los cuerpos de seguridad no están incluidos en esta lista de despidos, la disminución general de personal deja huecos importantes en las capacidades de monitoreo y cumplimiento de la normativa.
Kristen Brengel, vice presidenta senior de relaciones gubernamentales de la NPCA, expresó su preocupación por cómo los visitantes podrían enfrentarse ahora a servicios inadecuados, como contenedores de basura desbordados y unas instalaciones poco mantenidas, junto con un menor apoyo por parte de los guardabosques. Desde 2014, el NPS impuso una prohibición total a las operaciones de drones tras varios incidentes, incluido el uso peligroso de drones en el Monte Rushmore y alteraciones de la vida silvestre en el Parque Nacional Zion.
Desafíos en la regulación de drones desde los despidos
El entorno regulatorio actual complica aún más los esfuerzos de control. Mientras que el NPS supervisa las actividades terrestres dentro de los límites del parque, la Administración Federal de Aviación (FAA) controla la regulación del espacio aéreo. Esto significa que los operadores de drones pueden despegar de áreas fuera de los límites del parque y sobrevolar sus tierras. Una aplicación efectiva de las normas requiere una colaboración eficiente entre diversas agencias.
Aunque el NPS ha logrado excepciones para contratar a 5,000 trabajadores temporales para la primavera y verano de 2025, estas posiciones se centrarán sobre todo en servicios a los visitantes y no en la regulación. Un breve congelamiento de subvenciones federales en enero de 2025 complicó la distribución de recursos, aunque se levantó tras dos días para una reevaluación.
De cara al futuro, la combinación de una supervisión reducida, un aumento en el número de visitantes y un personal estacional limitado sugiere que los parques enfrentarán retos crecientes en la aplicación de las regulaciones sobre drones, mientras también gestionan otras responsabilidades esenciales. Sin personal adicional o avances tecnológicos, se espera que los vuelos no autorizados de drones se multipliquen en 2025. La NPCA subraya que el personal actual no está alineado con las crecientes demandas del sistema de parques nacionales, lo que presenta vulnerabilidades en varios aspectos de la gestión y control de los parques.
Los despidos coinciden con la iniciativa de DJI para reformar su sistema de geovallas, transformando anteriores «Zonas de No Vuelo» en «Zonas de Advertencia Mejoradas» basadas en datos de la FAA. Si bien este cambio promueve la concienciación sobre la seguridad, también exige a los operadores de drones una mayor responsabilidad en la adherencia a las normativas del espacio aéreo. La combinación de una reducción en la presencia de guardabosques, el aumento de la afluencia de visitantes y los cambios regulatorios generan tensiones adicionales en los mecanismos de control de los parques.