El Departamento de Saneamiento de Nueva York (DSNY) está considerando una iniciativa innovadora pero controvertida que implica el uso de drones para hacer cumplir las normativas relacionadas con la eliminación de residuos ilegales y mejorar la monitorización de la limpieza urbana. Este programa expandiría las operaciones de drones de la ciudad, que hasta ahora se han utilizado principalmente en el ámbito de la seguridad pública, hacia los servicios municipales. Los detalles del plan han sido aportados por el portavoz de DSNY, Joshua Goodman, quien ha expuesto varias aplicaciones potenciales, tales como el seguimiento de comportamientos de vertido ilegal, la vigilancia de horarios de disposición de basura y la identificación de vehículos abandonados.
Esta propuesta representa una notable ampliación del uso de la tecnología de drones en Nueva York. En 2024, el NYPD ha realizado más de 2,800 usos de drones en diversas actividades de enforcement. Aunque los aspectos técnicos del nuevo programa aún están en evaluación, la flota de drones prevista deberá cumplir con estrictos criterios operativos. Estos incluirían la capacidad para realizar misiones de vuelo prolongadas en entornos urbanos, así como sistemas de imágenes de alta resolución y características automáticas para rondas de vigilancia. Además, los drones deberían operar en condiciones climáticas adversas, lo que implica una integración fluida con los mecanismos de vigilancia ya existentes.
Sin embargo, la iniciativa no ha estado exenta de críticas. Defensores de la privacidad y organizaciones de libertades civiles han expresado sus preocupaciones. Albert Fox Cahn, director ejecutivo del Surveillance Technology Oversight Project (STOP), ha calificado el plan como una sobre extensión de las prácticas de vigilancia municipal. Asimismo, el programa deberá adherirse cuidadosamente a las normativas de la FAA sobre operaciones de drones en entornos urbanos y a las leyes locales de privacidad.
Los propietarios de negocios también han planteado cuestiones sobre la integridad de los mecanismos de enforcement. Angel Lopez, un propietario de un restaurante en Fort Greene, ha expresado inquietudes sobre la posibilidad de que los sistemas automatizados identifiquen erróneamente violaciones, especialmente en áreas densamente pobladas donde múltiples factores pueden influir en las condiciones de las aceras. Este dilema subraya la necesidad de establecer pautas operativas exhaustivas que equilibran la eficacia del enforcement con las consideraciones de privacidad.
Nueva York y el futuro de la vigilancia urbana
La iniciativa de drones del DSNY es un reflejo de la tendencia más amplia de adopción de drones por parte de los municipios, donde departamentos como el FDNY y el NYPD están aprovechando cada vez más esta tecnología. Si Nueva York logra implementar con éxito este programa, podría servir de modelo para otras municipalidades, fomentando el desarrollo de drones y software especializados para aplicaciones de monitorización urbana en todo Estados Unidos.
Para que la iniciativa avance, es esencial que el DSNY establezca protocolos de identificación y verificación robustos que garantizan la atribución precisa de violaciones. También será crucial evaluar el ratio coste-beneficio en comparación con los métodos de vigilancia tradicionales. En última instancia, el éxito del programa dependerá de una efectiva interacción comunitaria y transparencia, marcando así un precedente significativo para futuras operaciones de drones municipales en entornos urbanos.