El FBI ha hecho públicas imágenes de un dron DJI Mini que se ha visto involucrado en un reciente incidente que causó daños a un avión de extinción de incendios Super Scooper durante el incendio Palisades en Los Ángeles. Esta colisión, que ocurrió en un espacio aéreo restringido, dejó un agujero de 3 × 6 pulgadas en el ala izquierda de la aeronave, lo que obligó a realizar un aterrizaje de emergencia para reparaciones y ocasionó un retraso de hasta 30 minutos en las operaciones de extinción de incendios.
El Super Scooper es ampliamente reconocido por su eficacia en la lucha contra incendios forestales, tal como destacó Akil Davis, director asistente de la oficina del FBI en Los Ángeles. Durante una rueda de prensa, Davis advirtió sobre los riesgos que situaciones como esta representan para la vida de las personas. La presencia de drones no autorizados plantea graves desafíos para los equipos de emergencia, ya que obstaculizan esfuerzos críticos para combatir incendios forestales.
Consecuencias del uso de drones DJI Mini en incendios
Operar drones cerca de incendios activos no solo es peligroso, sino que también es ilegal. La Administración Federal de Aviación (FAA) establece restricciones de vuelo temporales (TFR) para proteger el espacio aéreo destinado a operaciones de emergencia. Sin embargo, el aumento de drones no autorizados se ha convertido en un obstáculo serio tanto para los bomberos como para las autoridades. Davis manifestó su preocupación por el creciente número de aeronaves civiles que entorpecen los esfuerzos de control del fuego. A pesar de las restricciones, los videos del incendio, capturados por drones, continúan proliferando en redes sociales, lo que plantea importantes problemas de seguridad pública.
Actualmente, el Super Scooper dañado es uno de solo dos aviones de este tipo disponibles para la lucha contra incendios en la región y estará fuera de servicio, al menos, hasta el lunes. Su ausencia representa una brecha crítica en los recursos de extinción debido a su capacidad única para recoger agua de lagos y embalses para combatir incendios.
El fiscal del condado de Los Ángeles, Nathan Hochman, ha reiterado las graves implicaciones de violar las restricciones de vuelo, advirtiendo que quienes sean hallados operando drones en estas zonas restringidas enfrentan severas penalizaciones. Hochman explicó que los infractores serán arrestados y procesados bajo la máxima rigurosidad de la ley. Incluso en áreas fuera de las zonas restringidas, se aconseja encarecidamente a los pilotos de drones que se mantengan alejados de las operaciones de incendios activos, ya que interferir con aeronaves de extinción constituye un delito federal.
El FBI está llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre la propiedad del dron, utilizando técnicas forenses para rastrear su origen. Davis señaló que se están empleando medios de investigación para rastrear al dueño del dron y la empresa a la que pertenece. Este tipo de eventos pone en peligro la seguridad pública y podría dar lugar a un mayor escrutinio regulatorio sobre el uso de drones, subrayando la necesidad de operar vehículos aéreos no tripulados de forma responsable para evitar restricciones adicionales o prohibiciones totales en el futuro.
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