DJI ha dado un giro significativo en su política al decidir eliminar las restricciones de geocercas que, durante más de diez años, han prohibido el vuelo de drones sobre áreas restringidas en Estados Unidos. Estas zonas incluyen pistas de aterrizaje, plantas de energía y emergencias públicas, como incendios forestales. A partir de ahora, la compañía solo ofrecerá una advertencia desestimable a los pilotos que intenten volar en estas áreas, dejando la responsabilidad en manos de los operadores, quienes deberán ser más conscientes y responsables en sus decisiones.
Esta decisión se produce en un contexto de creciente escepticismo en torno al uso de drones en el país, especialmente tras incidentes que han afectado operaciones de emergencia, como la interferencia de un dron DJI en los esfuerzos de extinción de incendios en Los Ángeles. Adam Welsh, responsable de políticas globales de DJI, ha explicado que esta medida busca devolver más control a los operadores de drones. Señala que tecnologías como Remote ID, que transmiten la ubicación del dron y del operador durante el vuelo, son suficientes para que las autoridades puedan hacer cumplir las regulaciones.
Nuevas directrices de DJI y su impacto
No obstante, esta nueva política ha levantado preocupaciones entre críticos. Brendan Schulman, exresponsable de políticas de DJI, ha manifestado su inquietud, advirtiendo que la falta de geocercas automáticas podría comprometer la seguridad aérea, sobre todo para los pilotos de drones menos experimentados, que podrían no ser conscientes de las restricciones del espacio aéreo. Este cambio de directrices aplicará de forma universal en Estados Unidos, anulando las zonas de no vuelo que habían existido previamente, las cuales ahora han sido reclasificadas como Zonas de Advertencia Avanzada.
La FAA, por su parte, ha dejado claro que no existe una obligación para los fabricantes de implementar geocercas, permitiendo así a DJI modificar su política. El momento elegido para esta decisión ha suscitado más dudas, ya que coincide con el aniversario de un conocido incidente en el que un dron de DJI aterrizó de forma accidental en el jardín de la Casa Blanca. Esto hace que surjan interrogantes sobre un posible retorno al uso no regulado de drones en espacios aéreos sensibles, un asunto que continúa preocupando a la FAA, que subraya la importancia del cumplimiento de las regulaciones aéreas para garantizar la seguridad.
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