En una notable intensificación de las tensiones entre China y Estados Unidos, el Ministerio de Comercio de Pekín ha criticado con firmeza la decisión de EE.UU. de investigar las potenciales amenazas a la seguridad relacionadas con los drones fabricados en China. El ministerio ha calificado esta maniobra como “extremadamente irresponsable”, argumentando que Estados Unidos está atacando injustamente a los fabricantes de drones extranjeros sin presentar pruebas contundentes que respalden sus afirmaciones. Este conflicto surge tras el anuncio del Departamento de Comercio de EE.UU. sobre una investigación de riesgo para la seguridad nacional respecto a la tecnología de información y comunicación vinculada a drones producidos en China y otros países.
La administración estadounidense está actualmente recabando opiniones del público sobre nuevas regulaciones propuestas que tienen como objetivo “proteger la cadena de suministro de tecnología y servicios de información y comunicación para los sistemas de aeronaves no tripuladas”, con un plazo para presentar comentarios fijado para el 4 de marzo. En respuesta, el Ministerio de Comercio de China ha expresado un notable descontento, exigiendo que EE.UU. respete los hechos objetivos y detenga lo que percibe como prácticas erróneas. El ministerio advierte que tales acciones podrían interrumpir las cadenas de suministro e industriales internacionales, perjudicando, en última instancia, los derechos e intereses de los consumidores a nivel global.
Tensiones en la industria de drones de China
La atención prestada a los fabricantes de drones chinos, particularmente a DJI, ha aumentado en los últimos años. En diciembre de 2020, DJI fue incluida en la Lista de Entidades del Departamento de Comercio de EE.UU., limitando severamente su acceso a la tecnología estadounidense. Además, EE.UU. ha impuesto restricciones a las inversiones y ha clasificado a DJI como una “Empresa Militar China”, un estatus contra el cual la compañía ha tomado acciones legales. Las preocupaciones del Departamento de Defensa de EE.UU. resaltan los riesgos potenciales asociados con los drones chinos, citando temores de espionaje y ciberataques debido a su capacidad para acceder a datos sensibles.
La investigación en curso y sus implicaciones podrían transformar el panorama de la tecnología de drones y las complejas relaciones comerciales entre Estados Unidos y China, las dos economías más grandes del mundo. A medida que se acerca la fecha límite del 4 de marzo para presentar comentarios, diversos actores se encuentran preparados para participar en esta crucial discusión regulatoria.