La preocupación por avistamientos misteriosos de drones en New Jersey ha aumentado, captando la atención de expertos que buscan aclarar la situación y mitigar la ansiedad pública. Se han reportado objetos voladores no identificados, algunos descritos como grandes grupos del tamaño de vehículos, que supuestamente han sido observados surcando los cielos nocturnos, especialmente en áreas sensibles como Bedminster y el arsenal de Picatinny. Estos incidentes han llevado a una investigación por parte del FBI, mientras que los líderes de la industria instan a la población a diferenciar entre la realidad y los mitos para evitar un miedo innecesario y posibles sobreregulaciones.
Expertos en drones abren el diálogo en New Jersey
Will Austin, presidente del Warren County Community College y figura destacada en la educación sobre drones, se ha posicionado como una voz pragmática en este debate. Ha revisado numerosos vídeos relacionados con los avistamientos en su calidad de responsable del prestigioso programa WarrenUAS. Según su análisis, muchos de los incidentes reportados podrían involucrar aeronaves tripuladas mal identificadas o drones pequeños que operan legalmente, como el DJI Mavic 3. Austin ha señalado que hasta el momento no ha encontrado evidencia verificable que respalde afirmaciones sobre drones que superen las 55 libras operando en New Jersey durante la noche.
Destacando la importancia de la seguridad, Austin afirma que, aunque la inquietud pública es comprensible, es crucial reconocer que la mayoría de los drones se manejan de manera segura y cumplen funciones benéficas, como rescates y monitoreo agrícola. El programa WarrenUAS, que cuenta con más de 100 sistemas de drones valorados en 5 millones de euros y dos instalaciones modernas, se dedica a formar a los estudiantes en la operación segura de drones, mantenimiento y programación, preparándolos para carreras en sectores como la seguridad pública y la protección del medio ambiente.
A medida que el FBI investiga estos avistamientos y solicita a la ciudadanía compartir fotos y vídeos para ayudar en la identificación, los funcionarios subrayan que, aunque sorprendentes, los drones reportados no son considerados actualmente una amenaza significativa para la seguridad. Los incidentes parecen derivar más de la curiosidad del público que de un peligro real, aunque han despertado un notable interés social.
Austin advierte contra respuestas políticas precipitadas que puedan surgir de una mala interpretación de la situación. Para él, los drones son fundamentales en diferentes industrias, como la agricultura, la lucha contra incendios y la seguridad pública. Urge a la población a despojarse de los estereotipos culturales erróneos que a menudo se asocian con los drones y la vigilancia. Junto a Jonathan Rupprecht, un abogado especializado en legislación de drones, Austin busca educar al público sobre un uso responsable de esta tecnología. Ambos destacan que la mayoría de los operadores de drones son éticos y cumplen con las normativas establecidas.
Para quienes estén preocupados por los avistamientos, se encuentran disponibles dos aplicaciones gratuitas de rastreo de drones: Drone Scanner y Air Sentinel, que ayudan a identificar drones cercanos y sus operadores, contribuyendo a mitigar temores infundados en las comunidades. A medida que la fascinación por la Movilidad Aérea Urbana (UAM) aumenta, Austin sugiere que algunos de los avistamientos de drones podrían derivarse de una mayor conciencia y confusiones perceptivas, lo que refuerza la necesidad de mantener un diálogo y educación continua sobre esta tecnología en evolución.
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