En diciembre de 2013, Jeff Bezos apareció en “60 Minutes” para exponer su ambiciosa visión sobre la entrega con drones, afirmando que lo que parecía sacado de una película de ciencia ficción estaba a punto de hacerse realidad en un plazo de “cuatro o cinco años”. Sin embargo, este pronóstico resultó ser demasiado optimista, ya que la implementación generalizada ha tenido que alargarse considerablemente.
Avances en la entrega con drones
La actual iniciativa de entrega con drones en Tolleson, Arizona, marca una transición de las aplicaciones teóricas a la operación práctica. Según informes, este programa está estrictamente regulado, limitando las entregas a artículos de menos de 5 libras y restringiendo los lanzamientos a siete por hora desde la instalación. Si bien esto representa un avance, no cumple con las expectativas iniciales de servicios de entrega con drones totalmente integrados.
Usando el dron de entrega MK-30, que ha tenido mejoras significativas respecto a modelos anteriores, esta aeronave no tripulada de 80 libras puede operar a velocidades de hasta 73 mph. Su diseño está orientado hacia el almacenamiento estándar, en lugar de los “centros de cumplimiento aéreo” ambiciosos que se propusieron inicialmente en patentes, lo que resalta una evolución más pragmática en la estrategia de Amazon.
Factores económicos complican la factibilidad de escalar las entregas con drones. Amazon cobra a los miembros de Prime 9,99 $ (9,42 €) por entrega, mientras que los no miembros pagan 14,99 $ (14,18 €). Sin embargo, se estima que el costo por paquete podría alcanzar hasta 63 $ (59 €) para 2025. Estas cifras indican que conseguir unas entregas con drones de rutina sigue siendo un objetivo aspiracional y no una realidad inmediata.
Los avances regulatorios, especialmente la aprobación de la FAA para operaciones más allá de la línea de visión, han sido vitales, aunque persisten limitaciones en vuelos nocturnos y condiciones climáticas adversas. El programa de Arizona aprovecha las ventajas del clima regional mientras se adhiere a estas regulaciones.
La aceptación pública es fundamental para el éxito de los servicios de entrega con drones. Las preocupaciones sobre la seguridad de los drones y los desafíos a la privacidad se pusieron de manifiesto en incidentes recientes en Nueva Jersey, revelando un ambiente de escepticismo que afecta no solo a Amazon, sino también a otras empresas que buscan iniciativas similares.
Las metas a largo plazo de Amazon son ambiciosas, con la vista puesta en lograr hasta 500 millones de entregas anuales con drones para 2029. Aunque esta cifra representa un pequeño porcentaje del total de entregas, refleja un compromiso a largo plazo con la integración de la tecnología de drones.
A medida que la industria de entrega con drones evoluciona, las operaciones de Amazon en Arizona y Texas ofrecen valiosos conocimientos sobre las complejidades de implementar soluciones viables de Movilidad Aérea Urbana. Si bien las entregas rutinarias aún no se han materializado, las iniciativas actuales marcan un progreso significativo hacia un futuro donde la entrega autónoma podría convertirse en algo habitual.
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