La Administración Federal de Aviación (FAA) ha puesto en marcha una amplia expansión de restricciones temporales para drones en diversas áreas del estado de Nueva York, lo que representa un cambio significativo en la gestión de operaciones civiles de drones, en respuesta a informes continuos sobre fenómenos aéreos no identificados. Esta medida se suma a una anterior prohibición que afectaba a 22 comunidades en Nueva Jersey.
Las nuevas restricciones abarcan partes de Brooklyn, Queens y varias localidades de Long Island, centrándose en regiones adyacentes a 30 sitios de infraestructura clave, la mayoría de ellos estaciones eléctricas. La gobernadora Kathy Hochul ha calificado la iniciativa de “puramente precautoria”, destacando que actualmente no existen amenazas concretas para estas instalaciones.
Impacto de las restricciones en los operadores de drones
Este movimiento regulador amplio representa un cambio significativo en la aproximación habitual de la FAA, que normalmente se enfoca en lugares o eventos específicos para aplicar restricciones de vuelo. Aunque es común la imposición de restricciones temporales, la magnitud y duración de esta prohibición son sin precedentes en el ámbito de las operaciones civiles con drones.
Para los operadores comerciales de drones en las áreas afectadas, las implicaciones son considerables. Únicamente se permiten las operaciones que cuenten con autorización expresa para fines relacionados con la defensa nacional, la seguridad pública o la respuesta a desastres. El incumplimiento puede resultar en la confiscación del dron y la detención de los operadores conforme a las políticas de enforcement de la FAA.
La iniciativa nace principalmente a raíz de las solicitudes de los operadores de infraestructuras nucleares, especialmente tras dos avistamientos de drones cerca de la instalación nuclear de Lower Alloways Creek en Nueva Jersey. Este incidente resalta una creciente preocupación sobre la intersección entre la actividad de drones y la seguridad de infraestructuras críticas.
Si bien el Departamento de Seguridad Nacional asegura que no existe una amenaza inmediata para la seguridad pública, la amplitud de la respuesta de la FAA sugiere un reajuste potencial en cómo las agencias federales abordan la actividad de drones no identificados. Además, legisladores en Connecticut han comenzado a abogar por restricciones similares, lo que podría señalar una respuesta regional más amplia a este problema.
Los testimonios de testigos acerca de las características de los drones —con vuelos prolongados y maniobrabilidad avanzada— han planteado interrogantes sobre la naturaleza de estas aeronaves. Estos atributos contrastan notablemente con las capacidades de los drones consumidores típicos, especialmente en lo que respecta a las limitaciones de batería y velocidad.
Como resultado de estas restricciones, los operadores comerciales legítimos involucrados en inspecciones de infraestructura, respuestas a emergencias y otras aplicaciones críticas deberán obtener permisos específicos para operar en las áreas designadas. Esta situación pone de manifiesto los desafíos regulatorios continuos que presentan las tecnologías de drones de rápida evolución, destacando la necesidad de equilibrar la protección de la infraestructura esencial con las necesidades operativas del sector de los drones comerciales.
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