Un accidente entre un dron de la marca DJI y un camión de reparto estacionado ha tenido lugar en Georgetown, Carolina del Sur. El dron, que supuestamente colisionó con un ave durante su vuelo, causó daños valorados en aproximadamente 1.200 dólares en el vehículo afectado. Las autoridades locales se encuentran investigando las circunstancias en torno a este incidente, dado que el dron no presenta marcas identificativas, lo que plantea interrogantes sobre su propiedad y propósito.
Según Nelson Brown, subjefe del Departamento de Policía de Georgetown, el accidente ocurrió mientras el camión de reparto estaba aparcado frente a una tienda local. Este suceso ha captado la atención pública en medio de un aumento de avistamientos misteriosos de drones en la costa este de EE. UU. Residentes de Nueva Jersey y partes de Nueva York han reportado numerosas observaciones de drones que, según algunos, serían tan grandes como SUVs, volando en formaciones inusuales desde mediados de noviembre. Estos relatos han intensificado la especulación y preocupación sobre su origen y motivos.
Investigaciones sobre el accidente de Georgetown
Agencias federales, incluyendo el Departamento de Seguridad Nacional y el FBI, han iniciado investigaciones en torno a estos fenómenos aéreos no identificados. Se han implementado tecnologías de detección de drones y sistemas de cámaras infrarrojas para evaluar los riesgos potenciales de estos vehículos aéreos. Sin embargo, los funcionarios han indicado que han encontrado “pocos o ningún indicio” que respalde las afirmaciones de comportamientos maliciosos o amenazantes asociados a estos drones. La Casa Blanca ha señalado que muchos de los drones observados son operados legalmente por agencias de seguridad.
Expertos en la materia sugieren que la mayoría de los avistamientos podrían deberse a identificaciones erróneas de aeronaves tripuladas o cuerpos celestes, lo que ha contribuido a una respuesta pública caracterizada por la confusión y la preocupación. En el caso del accidente del dron en Georgetown, las autoridades continúan buscando pistas para descubrir la identidad del operador del dron. Cabe destacar que el modelo implicado en el accidente, el DJI Matrice 600, fue lanzado al mercado en 2017 para usos profesionales, incluyendo fotografía aérea y aplicaciones industriales, con un precio de 4.600 dólares (aproximadamente 4.300 euros). DJI dejó de ofrecer servicio y soporte para este modelo a principios de este año.
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