La gestión de la vida silvestre está adaptándose a los crecientes retos que suponen las interacciones entre humanos y fauna, especialmente en regiones con importantes poblaciones de osos. En Montana, la tecnología de drones se ha posicionado como un disuasivo efectivo para los osos grizzly, superando con creces el rendimiento de las técnicas tradicionales de ahuyentamiento. Recientes hallazgos indican que el uso de drones ha logrado un notable índice de éxito del 91% para evitar que los osos se acerquen a zonas pobladas, lo que representa un avance espectacular en comparación con los métodos clásicos.
En este contexto, Wesley Sarmento, especialista en gestión de osos grizzly del Departamento de Pesca, Vida Silvestre y Parques de Montana, ha incorporado el dron Autel EVO II a su estrategia de manejo desde 2021. Este modelo ligero, que pesa solo 2,5 libras, cuenta con 40 minutos de tiempo de vuelo y una cámara HD, lo que lo convierte en una herramienta indispensable para su labor. Sarmento destaca la practicidad del dron, subrayando que su utilidad ha sido clave para mejorar la efectividad en el manejo de osos.
Drones y la gestión de osos
Un estudio comparativo realizado con 163 encuentros de osos ha puesto de manifiesto la eficacia del dron frente a otros métodos de ahuyentamiento. Mientras que los enfoques basados en vehículos lograron un 85% de éxito y los proyectiles un 74%, los métodos caninos se mostraron considerablemente menos efectivos con tan solo un 57%. Las ventajas del dron incluyen su capacidad para sortear obstáculos físicos como árboles y arroyos, así como su independencia al no requerir permisos para cruzar líneas de propiedad.
Los resultados positivos en el manejo de osos han llevado a los investigadores a explorar aplicaciones similares para el control de lobos. Ensayos iniciales realizados en Oregón en 2022 mostraron que los drones podrían reducir la depredación de ganado por parte de lobos en un 95%, representando una mejora drástica en comparación con las tasas anteriores de pérdida. Esto sugiere que la tecnología de drones tiene un gran potencial más allá de la gestión de osos.
A pesar del prometedor panorama, todavía hay desafíos en la implementación. Las limitaciones regulatorias restringen los métodos de ahuyentamiento de especies en peligro a investigadores certificados y con permisos especiales. También, las condiciones climáticas desfavorables pueden obstaculizar las operaciones de los drones. Adicionalmente, la necesidad de pilotos capacitados para controlar los drones añade una capa de complejidad a su despliegue en esfuerzos de gestión de vida silvestre.
Este avance en el uso de drones para resolver conflictos entre humanos y fauna representa un cambio significativo en las prácticas de gestión de la vida silvestre. Destaca el potencial de la tecnología para promover una convivencia más segura entre humanos y fauna, al tiempo que apoya los objetivos de conservación. Con el continuo avance de la tecnología de drones, es probable que estas aplicaciones se vuelvan cada vez más comunes, allanando el camino para estrategias mejoradas en la gestión de interacciones entre humanos y vida silvestre.