Investigadores de la Universidad de Oxford han desarrollado un innovador sistema basado en drones, conocido como Biotracks, diseñado para monitorizar poblaciones de abejas mediante el uso de pequeñas etiquetas de radar. Esta iniciativa responde al alarmante descenso en los números de polinizadores, un fenómeno que plantea una amenaza significativa para los ecosistemas globales y la producción de alimentos.
El sistema Biotracks utiliza etiquetas radar armónicas que se colocan en las abejas como si llevaran una pequeña mochila, según explica la doctora Tonya Lander, líder del equipo en el departamento de biología. La doctora Lander destaca que han creado “la etiqueta de radar armónica más pequeña jamás inventada”, enfatizando que estos dispositivos ligeros están diseñados para no interrumpir el comportamiento natural ni la dinámica de vuelo de las abejas.
En el centro de esta innovadora propuesta se encuentra un dron equipado con un receptor que opera por encima de los insectos etiquetados, lo que permite a los investigadores rastrear el movimiento de las abejas a distancias mucho mayores que los métodos tradicionales. El profesor asociado Chris Stevens describe el funcionamiento del sistema: “Tenemos un transmisor de radar en el suelo, una pequeña etiqueta en la parte posterior de la abeja… y un receptor que lleva un dron volando por encima”. Esta tecnología podría facilitar el seguimiento de la búsqueda de alimento, la migración y las respuestas de las abejas a los estresores ambientales en amplias áreas, revolucionando nuestra comprensión del comportamiento de los polinizadores.
A medida que las poblaciones de polinizadores continúan disminuyendo, la urgencia de esta investigación queda subrayada por las palabras de Lander. Ella recuerda que más del 85% de las especies de plantas dependen de la polinización por insectos, mientras que un abrumador 40% de las especies de insectos está en peligro de extinción. Las implicaciones de este descenso son profundas en términos de seguridad alimentaria y estabilidad de los ecosistemas.
El desarrollo de Biotracks ha enfrentado numerosos desafíos de ingeniería, con Stevens describiendo el proyecto como “el deporte extremo de un ingeniero”. A pesar de los obstáculos, los investigadores han creado un prototipo funcional y ahora están en transición hacia el estudio biológico con este equipo. Su objetivo es compartir esta tecnología con la comunidad científica más amplia, lo que podría potenciar los esfuerzos para monitorizar y conservar las poblaciones de abejas a nivel global.
Este proyecto representa la intersección entre la biología y la ingeniería, así como su potencial para informar estrategias de conservación en medio de la pérdida de biodiversidad alimentada por el cambio climático. A medida que las aplicaciones de la tecnología dron en la investigación ambiental se expanden, iniciativas como Biotracks pueden resultar cruciales para recopilar los datos necesarios que protejan a las especies de polinizadores esenciales.
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