UNICEF está aprovechando la tecnología de drones para abordar los desafíos de infraestructura y facilitar la entrega de suministros esenciales a poblaciones remotas, lo que está cambiando de manera fundamental el panorama de la ayuda humanitaria en lugares de difícil acceso. Desde 2016, la organización ha estado utilizando Sistemas de Aeronaves No Tripuladas (UAS), más conocidos como drones, para transportar productos de salud vitales como vacunas, medicamentos y muestras diagnósticas hacia comunidades aisladas.
El uso de drones soluciona obstáculos significativos relacionados con la infraestructura inadecuada y las duras condiciones ambientales que a menudo complican la entrega de ayuda. Todos sabemos que estos vehículos aéreos no tripulados han demostrado ser especialmente efectivos para alcanzar áreas insulares y montañosas, mejorando así el acceso a servicios de salud y productos críticos. Como se menciona en el informe de UNICEF, los drones han facilitado con éxito el transporte de suministros médicos y otros artículos esenciales entre terrenos difíciles.
La dedicación de UNICEF hacia la tecnología de drones se refleja en diversas iniciativas pioneras. En 2017, la organización lanzó el primer corredor humanitario de drones en África y estableció la Academia Africana de Drones y Datos en Malaui. Además, los drones se desplegaron en situaciones de emergencia, como ocurrió en Vanuatu en 2018. Estos esfuerzos han producido resultados tangibles, como la reducción de los tiempos de respuesta para las muestras de sangre, menores tasas de escasez de vacunas y productos de salud, y una mejor disponibilidad de suministros en los centros de salud locales.
Sin embargo, integrar drones en las cadenas de suministro presenta varios desafíos. UNICEF enfatiza la importancia de una gestión eficaz de los programas, colaboración entre las partes interesadas, una monitorización y evaluación exhaustivas, la mejora de la capacidad local y la búsqueda de soluciones de financiación sostenibles. Para agilizar la toma de decisiones, la organización ha desarrollado un árbol de decisiones para drones que ayuda a los socios a navegar por las complejidades de implementar sistemas de entrega con drones.
En desarrollos recientes, Wingcopter, una startup alemana de drones, ha conseguido atraer una inversión de 40 millones de euros (aproximadamente 42 millones de dólares) del Banco Europeo de Inversiones para ampliar sus capacidades de entrega de drones, lo que podría respaldar operaciones humanitarias similares a las de UNICEF. Además, los avances continuos en el sector de los drones, junto con inversiones significativas, indican un creciente potencial para el uso de drones en aplicaciones humanitarias, con la capacidad de transformar la distribución de ayuda en contextos globales desafiantes.