Un nuevo dron de reconocimiento esférico ha hecho su debut durante el ejercicio militar conjunto entre China y Nepal, que comenzó el 22 de septiembre de 2024. Esta maniobra, conocida como Sagarmatha Friendship-2024, se está llevando a cabo en una instalación de entrenamiento militar en Chongqing, en el suroeste de China.
Según informa Global Times, el ejercicio pone especial énfasis en los esfuerzos de colaboración contra el terrorismo en entornos urbanos y se extenderá hasta el 1 de octubre. Entre el variado equipo militar exhibido, el dron de reconocimiento esférico ha acaparado la atención de todos los presentes. La Televisión Central de China (CCTV) emitió imágenes del dron, destacando su diseño innovador.
Un analista militar con sede en Pekín, que habló bajo condición de anonimato, compartió sus percepciones sobre las capacidades del dron. De acuerdo con el experto, “El dron mini esférico puede navegar por entornos urbanos rodando silenciosamente sobre el suelo, minimizando así sus posibilidades de ser detectado.” Además, subrayó que, aunque probablemente sea rentable, tiene el potencial de reducir notablemente los riesgos asociados a la exposición del personal en situaciones peligrosas.
El ejercicio Sagarmatha Friendship-2024 se centra principalmente en mejorar las habilidades relacionadas con búsquedas multidimensionales, infiltración móvil y operaciones de rescate armado. Más allá del entrenamiento antiterrorista, las fuerzas colaboradoras también participarán en discusiones sobre estrategias de respuesta ante desastres, abordando situaciones como terremotos, incidentes relacionados con la nieve y flujos de escombros.
La introducción de este dron esférico subraya el compromiso de China con el avance de la tecnología de drones para aplicaciones tácticas en operaciones urbanas. Esta tendencia se alinea con el impulso actual hacia drones mejorados con inteligencia artificial diseñados para tareas de reconocimiento y vigilancia.
Si bien la idea de un dispositivo esférico para uso urbano no es del todo nueva, recuerda al BRINC Ball, una herramienta de comunicación robusta con forma de softball, destinada a situaciones de crisis. Sin embargo, a diferencia del BRINC Ball, que sirve como dispositivo de comunicación, el dron chino integra capacidades tanto de rodamiento como aéreas, lo que podría ofrecer una maniobrabilidad mejorada en paisajes urbanos complejos. Su movimiento sigiloso puede ser crucial para misiones antiterroristas y de búsqueda y rescate, potencialmente salvando vidas al limitar la exposición humana al peligro.
A medida que la tecnología de drones avanza, se espera que surjan más diseños especializados, como este, para satisfacer requisitos operativos particulares, destacando la versatilidad de la forma esférica en entornos urbanos desafiantes.