Bee Cave, un pequeño suburbio de Austin, Texas, se prepara para convertirse en la primera ciudad de Estados Unidos en implementar una iniciativa de drones autónomos como primeros respondedores (DFR) dentro de su departamento de Policía. El jefe de Policía, Brian Jones, ha compartido los detalles de este ambicioso plan con DroneLife, destacando que la ciudad pretende lanzar un programa piloto con un solo dron diseñado por la startup local, eve Vehicles. La visión futura del proyecto incluye una flota de tres quadcópteros, equipados con tres bases de dron y equipamiento adicional, fabricado principalmente con componentes de origen estadounidense.
Ante la escasez de personal que enfrentan las fuerzas del orden en todo el país, Jones está convencido de que aprovechar esta tecnología puede mejorar la prestación de servicios policiales. Los drones trabajarán en conjunto con el sistema de emergencias 9-1-1, permitiendo respuestas aéreas rápidas a distintos incidentes, como accidentes de tráfico, incendios forestales o actividades sospechosas.
En una primera fase, el sistema operará con un dron situado en la sede de la Policía de Bee Cave, que será monitoreado en tierra por un observador. Una vez que eve Vehicles obtenga el Certificado de Autorización de la FAA, el sistema evolucionará hacia operaciones completamente autónomas. Cabe destacar que la empresa tiene la intención de donar los drones y el equipamiento asociado a Bee Cave, gestionando el programa por una tarifa simbólica de un dólar (0,93 €) durante el primer año.
Cuando se reciba una llamada calificada al 9-1-1, un piloto introducirá la ubicación del incidente en el sistema, lo que desencadenará el vuelo autónomo del dron hacia el lugar. El dron transmitirá imágenes de vídeo de vuelta al departamento de Policía, proporcionando a los agentes información valiosa antes de su llegada.
Con una autonomía de batería de entre 40 y 45 minutos, los drones podrán comunicarse entre sí, asegurando cobertura durante incidentes prolongados al rotar entre varias unidades. El diseño del sistema prioriza la privacidad de la comunidad, ya que los drones seguirán rutas específicas para minimizar la vigilancia innecesaria.
A medida que el programa DFR inicial va ganando impulso, los funcionarios de Bee Cave han estado trabajando en informar al público sobre el proyecto, que, según Jones, podría mejorar la seguridad de los agentes y, potencialmente, salvar vidas. Eve Vehicles ha garantizado que los drones cumplen con la Ley de Autorización de Defensa Nacional, utilizando en su mayoría piezas de fabricación estadounidense y buscando activamente reemplazar el componente restante de origen chino.
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