El espacio aéreo sobre la costa belga ha registrado una media de 18 vuelos de drones al día durante los meses de julio y agosto, según un informe de SkeyDrone, expertos en tecnología de detección de drones. En colaboración con skeyes, la autoridad de navegación aérea responsable de las zonas geográficas para UAS en Bélgica, y Brussels Airport Company, SkeyDrone ha observado que la mayoría de los vuelos detectados se han realizado con drones DJI Mini, con una duración media de tres minutos y 55 segundos.
Estos datos provienen de la operación de la avanzada red de Detección de Drones de SkeyDrone, descrita por Didier Decaestecker, jefe de ventas de la empresa, como el sistema de detección líder disponible hoy en día. Desde su fundación en el sector de detección de drones, esta compañía ha implementado sus sistemas para mejorar la gestión del tráfico aéreo de UAS y ayudar a las fuerzas del orden a supervisar grandes festivales de música en Europa.
Decaestecker detalla que su software Drone Radar alerta a los usuarios sobre cualquier actividad no autorizada de drones en áreas designadas. El sistema emplea técnicas de identificación por radiofrecuencia (RF) para detectar tanto a drones cooperativos, que utilizan el Direct Remote ID (DRI), como a aquellos no cooperativos. Dado que el DRI solo representa entre el 10% y el 20% de los drones en Europa, SkeyDrone ha incorporado hardware de detección por RF en su sistema, algo que ha sido bien recibido por las agencias de seguridad belgas.
Los servicios de SkeyDrone han demostrado ser esenciales, especialmente durante eventos masivos como Tomorrowland, donde las multas por vuelos no autorizados pueden ser substanciales; se han registrado sanciones de hasta 8.000 euros por sobrevolar aglomeraciones. La empresa está en constante evolución, mejorando su tecnología para hacer frente a la creciente sofisticación de los drones encriptados, lo que requiere un aumento en el hardware de detección para poder triangular sus posiciones.
Además de los servicios de detección, SkeyDrone ayuda a los operadores a obtener permisos regulatorios para vuelos BVLOS (más allá de la línea de visión), como lo demuestra su participación en varios proyectos BVLOS, incluyendo uno en Amberes que facilita las entregas de drones médicos. Esta iniciativa refleja la continua evolución de las regulaciones de U-Space, que se espera gestionen el crecimiento anticipado del tráfico aéreo no tripulado en Europa.
Jim Magill, un veterano del periodismo con experiencia en avances tecnológicos, ha mostrado interés en las aplicaciones de tecnologías emergentes como los drones, aportando sus conocimientos a varias publicaciones de renombre.