Una productora cinematográfica con sede en Vancouver y su operador de drones han sido multados con una cuantiosa sanción de 30,000 dólares canadienses (aproximadamente 20,440 euros) por operar ilegalmente un dron demasiado cerca de un grupo de orcas en las cercanías de la isla de Vancouver. Este caso representa la primera vez en Canadá que se imponen sanciones por el uso indebido de un dron para filmar orcas, como ha confirmado el Departamento de Pesquerías y Océanos de Canadá (DFO).
La infracción tuvo lugar en agosto de 2021, cuando River Road Films Ltd. fue sorprendida utilizando drones y cámaras submarinas para grabar imágenes de orcas residentes del norte en una playa conocida por el comportamiento de “frotarse en la playa”. Estas ballenas son reconocidas por su distintiva conducta de frotarse contra piedras lisas en aguas poco profundas, un comportamiento que se cree que ayuda a desprender la piel muerta y a fortalecer los lazos sociales dentro de sus grupos.
Según el DFO, los mamíferos marinos son particularmente vulnerables a las interrupciones causadas por drones, los cuales se clasifican como aeronaves. La normativa canadiense prohíbe los vuelos de drones a una distancia vertical de aproximadamente 1,000 pies (304 metros) y a media milla náutica (926 metros) de los mamíferos marinos. River Road Films admitió la violación, lo que resultó en una multa de 25,000 dólares canadienses (unos 17,035 euros), y además se les prohíbe usar o difundir el material grabado con dron. El operador del dron, Mathew Hood, recibió una sanción adicional de 5,000 dólares canadienses (alrededor de 3,407 euros).
Un representante del DFO señaló que este incidente marca la primera multa en Canadá por el uso ilegal de drones en relación con grabaciones de orcas. Cabe destacar que River Road Films había solicitado previamente un permiso al DFO en 2020 para filmar especies protegidas bajo la Ley de Especies en Peligro, incluidas las orcas, pero esta solicitud fue denegada. Sin desanimarse, el equipo continuó con su filmación al año siguiente, lo que ha llevado a las repercusiones legales que enfrentan actualmente.
Este incidente subraya la necesidad crítica de que los operadores de drones comprendan y respeten las regulaciones de protección de la vida silvestre. A medida que la tecnología de los drones avanza, se vuelve cada vez más importante tener un entendimiento matizado sobre su impacto en las prácticas de conservación de la vida silvestre, ya que las violaciones pueden tener graves consecuencias legales y ecológicas.