La ambiciosa iniciativa de entrega con drones de Amazon se enfrenta a una creciente oposición en College Station, Texas, según un informe de CNBC. Los residentes han expresado sus preocupaciones acerca de la contaminación acústica derivada de los drones de Prime Air, encargados de entregar pequeños paquetes. Este obstáculo adicional agrava los desafíos que el programa ha encontrado desde su creación en 2022.
Situada aproximadamente a 160 kilómetros al noroeste de Houston, College Station, hogar de unas 120,000 personas, sirve como un campo de pruebas para la iniciativa Prime Air de Amazon. Aunque la entrega con drones promete mejorar la velocidad y la eficiencia, los ciudadanos locales están descontentos con el continuo zumbido que les sobrevuela. John Case, un ortodoncista semijubilado que ha vivido en College Station durante cuatro décadas, ha comparado el ruido con el de una gran colmena.
Las preocupaciones sobre el ruido se han intensificado tras la solicitud de Amazon a la Administración Federal de Aviación (FAA) en julio, en la que busca aumentar los vuelos diarios de drones de 200 a 469 y ampliar el horario de operación hasta las 10 de la noche. El alcalde, John Nichols, ha recibido numerosas quejas de los residentes y, en respuesta, ha escrito a la FAA para manifestar la inquietud de la comunidad.
Durante una reunión del consejo municipal en junio, un residente reprodujo un clip de audio de una motosierra para enfatizar el nivel de ruido de los drones. Aunque las pruebas oficiales de la ciudad indicaron que los drones generan niveles sonoros entre 47 y 61 decibelios—muy por debajo de los 125 decibelios de una motosierra—la molestia sigue siendo considerable, sobre todo para los trabajadores nocturnos que necesitan descansar.
A pesar de que Amazon está desarrollando un modelo de drone más silencioso, el MK30, persisten las dudas sobre si esto podrá abordar adecuadamente las quejas de los residentes. Muchos abogan por reubicar el centro de drones fuera de las áreas residenciales. En este contexto, Amazon está considerando cesar sus operaciones en College Station para octubre de 2025.
Este escenario pone de manifiesto las complejidades que conlleva escalar las operaciones de entrega con drones a mercados más amplios. A medida que Amazon busca integrar su programa Prime Air en su red de entregas el mismo día, equilibrar el avance tecnológico con la habitabilidad comunitaria resulta un reto. El concejal Bob Yancy lo resumió de manera contundente: “magnífica tecnología, ubicación incorrecta”.
Curiosamente, Amazon está experimentando condiciones más favorables para su programa de entrega con drones en otras regiones. Por ejemplo, la autoridad de aviación del Reino Unido aprobó recientemente a Amazon para iniciar entregas con drones en el país británico.
No es la única que enfrenta oposición; Wing, una subsidiaria de Google que opera en Canberra, Australia, también ha recibido quejas similares de los residentes que llevaron a la suspensión de sus ensayos de entrega con drones en septiembre de 2023. Las preocupaciones no solo se limitaron al ruido, sino que también incluyeron cuestiones de privacidad y alteraciones de la fauna local. En lugar de detener sus operaciones por completo, Wing ha adaptado su enfoque lanzando drones desde diversos tejados de supermercados en lugar de un único punto centralizado.
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