El presidente John Moolenaar (R-MI) y el miembro de rango Raja Krishnamoorthi (D-IL) de la Comisión Selecta de la Cámara sobre la Competencia Estratégica entre Estados Unidos y el Partido Comunista Chino están intensificando su escrutinio sobre los problemas de seguridad nacional asociados con la tecnología de drones china. En una reciente comunicación dirigida al CEO de Anzu Robotics, Randall Warnas, y a la secretaria de Comercio de EE. UU., Gina Raimondo, los legisladores pidieron claridad sobre la afiliación de Anzu con SZ DJI Technology Co., Ltd. (DJI), el fabricante de drones chino que domina aproximadamente el 80% del mercado global.
En su carta a Warnas, Moolenaar y Krishnamoorthi expresaron su preocupación por las prácticas comerciales de Anzu, refiriéndose a una investigación de seguridad que identificó el dron Raptor T de Anzu como una versión rebautizada del DJI Mavic 3. Los legisladores señalaron que “los investigadores de seguridad han confirmado que el Raptor T de Anzu es esencialmente un DJI Mavic 3 pintado de verde, con su control remoto y aplicación funcionando todos con tecnología de DJI”.
Además, pusieron en tela de juicio si Anzu actúa como una “compañía de pasarela” para DJI, lo que podría permitir eludir las restricciones impuestas por EE. UU. sobre los productos de DJI. Anzu sostiene que posee una licencia de DJI que le permite modificar y fabricar sin el pago de regalías ni la obligación de compartir datos de clientes. Sin embargo, los legisladores argumentaron que este arreglo plantea dudas sobre las intenciones de DJI.
Moolenaar y Krishnamoorthi solicitaron aclaraciones sobre varios puntos clave, incluyendo cuándo Anzu reconoció por primera vez que sus drones eran esencialmente productos de DJI, detalles sobre los acuerdos contractuales con DJI y información sobre las instalaciones de fabricación de los componentes de los drones de Anzu. Destacaron la falta de divulgación previa sobre la relación de la compañía con DJI hasta que se validó públicamente que Anzu estaba comercializando productos reetiquetados de DJI.
Esta investigación se enmarca en medio de medidas legislativas en curso para abordar los riesgos de seguridad nacional que plantea la tecnología de drones china. A principios de año, la Cámara de Representantes aprobó el Countering CCP Drones Act, que tiene como objetivo prohibir que la tecnología de DJI acceda a las redes de comunicación de EE. UU., en caso de que se convierta en ley. Además, DJI ha sido designada en varias listas restringidas del gobierno de EE. UU., incluyendo la lista negra del Pentágono y la Entity List del Departamento de Comercio. La investigación en curso también ha suscitado interrogantes sobre si Anzu Robotics y otro fabricante de drones, Cogito Tech Company Ltd., están actuando como intermediarios de DJI, lo que ha llevado a los legisladores a instar al Departamento de Comercio a tomar las medidas adecuadas según sea necesario.