Los drones están llamados a revolucionar el arbitraje en los rápidos eventos de kiteboarding durante los Juegos Olímpicos de París 2024 en Marsella. Según Reuters, este método innovador es esencial para mantenerse al día con las extraordinarias velocidades que los kiteboarders pueden alcanzar, llegando hasta los 80 km/h (50 mph).
Históricamente, los jueces de vela olímpicos operaban desde embarcaciones, utilizando un sistema de señalización con banderas para imponer penalizaciones. Sin embargo, la naturaleza rápida del kiteboarding ha hecho necesaria una actualización en este enfoque. Algunos jueces estarán ahora ubicados en tierra, utilizando grabaciones de drones en tiempo real para tomar decisiones inmediatas sobre infracciones a las reglas.
Dos drones, operados desde barcos, proporcionarán una vista aérea de las regatas. Esta perspectiva aérea es crucial para que los oficiales evalúen si se han incumplido las normas durante la competición. Un coordinador de drones, situado en el palco de oficiales, supervisa la operación e instruye a los pilotos sobre cómo capturar los momentos esenciales de la carrera. Por ejemplo, se escuchó al coordinador dar instrucciones: “Prepárense para la aproximación a la boya”, mientras los competidores se acercaban a una boya durante las semifinales masculinas del pasado viernes.
La integración de la tecnología de drones representa un segmento de un sistema de arbitraje multifacético. Los oficiales también dependen del seguimiento en vivo por GPS de los kiteboarders, que llevan chips incrustados en su equipo. La combinación de vistas aéreas y datos de ubicación precisos permite un seguimiento exacto de los atletas mientras navegan por el agua en sus tablas de foiling.
Las altas velocidades del kiteboarding introducen nuevas consideraciones para la programación de las regatas. Los organizadores deben conciliar cuidadosamente las exigencias del deporte con la seguridad, asegurando una competición justa al tiempo que protegen el bienestar de los atletas.
El uso de la tecnología de drones en el arbitraje del kiteboarding olímpico ilustra la creciente importancia de los vehículos aéreos no tripulados en el deporte contemporáneo. Esta tendencia paralela a la adopción creciente de drones en varios sectores para mejorar la observación y la recolección de datos, es evidente en aplicaciones recientes en conservación de la vida silvestre y misiones de búsqueda y rescate. El evento de kiteboarding en los Juegos Olímpicos establece aún más a los drones como herramientas vitales para capturar y analizar competiciones dinámicas y de ritmo acelerado.