Una ballena jorobada, identificada como Catalyst, ha sido observada frente a la costa del estado de Washington, a pesar de la ausencia de su aleta caudal. Un dron capturó imágenes de esta conmovedora situación mientras Catalyst continúa nadando alrededor de 370 millas desde su avistamiento inicial, reportado el 5 de julio, según informa Live Science.
El 23 de julio, un dron proporcionó una visión clara de Catalyst cerca de la isla Lopez, revelando el importante impacto de su lesión. Las imágenes muestran a la ballena utilizando sus aletas pectorales para navegar por las aguas mientras intenta sumergirse. Jessica Farrer, responsable principal y directora de investigación en The Whale Museum en Friday Harbor, describió la escena como “muy perturbadora”, reconociendo la desafortunada realidad de que la actividad humana ha contribuido a lesiones de este tipo en la vida marina.
A pesar de su traumática condición, Catalyst ha demostrado una notable resiliencia. Farrer mencionó que la ballena se mueve a una velocidad normal, de aproximadamente 3 a 4 nudos (alrededor de 5,5 a 7,5 km/h), y está exhibiendo comportamientos naturales típicos de las ballenas jorobadas durante su travesía desde Campbell River hasta las islas San Juan.
Sin embargo, los expertos están preocupados por las probabilidades a largo plazo de supervivencia de Catalyst. La ausencia de su aleta caudal dificulta significativamente su capacidad para alimentarse de manera eficiente y migrar, lo que aumenta los riesgos de inanición o agotamiento.
Esta situación pone de relieve las implicaciones más amplias de las actividades humanas en los ecosistemas marinos. El enredo en equipos de pesca representa una amenaza grave para las ballenas a nivel global, con una estimación de cerca de 300,000 muertes anuales debido a estas interacciones.
Además, este caso ilustra el papel crucial que pueden desempeñar los drones en la conservación marina. Las imágenes aéreas proporcionadas por los drones permiten a los investigadores evaluar y monitorear mejor la vida silvestre herida que, de otro modo, podría pasar desapercibida. Como se ha destacado en discusiones anteriores sobre aplicaciones de drones para la conservación, este incidente subraya la necesidad de prácticas de pesca responsables y muestra cómo la tecnología de drones puede mejorar nuestra comprensión y compromiso con la protección de la vida marina.