A principios de este mes, el Ejército de EE.UU. llevó a cabo un ejercicio anti-drones en Fort Drum, Nueva York, enfocado en evaluar diversos sistemas de contrarresto de drones en medio de un aumento global en las estrategias de guerra con drones. El evento, organizado por la 10ª División de Montaña, una unidad que ha sido desplegada con frecuencia contra el ISIS en Oriente Medio, tenía como objetivo ayudar a los soldados a desarrollar sus habilidades para neutralizar amenazas de drones utilizando diferentes sistemas de armamento.
Durante el ejercicio se exhibió una variedad de tecnologías de contrarresto de drones, incluyendo láseres, municiones tradicionales y métodos de guerra electrónica. Esta demostración subrayó la necesidad de establecer nuevos protocolos para asegurar el espacio aéreo además de las operaciones terrestres, reflejando la creciente complejidad de los enfrentamientos militares modernos.
La 10ª División de Montaña ha enfrentado amenazas de drones durante varios años; aunque son menos frecuentes que las observadas en el conflicto en Ucrania, las tropas involucradas en la Operación Inherent Resolve han encontrado numerosos asaltos con drones por parte de fuerzas hostiles. El Mayor Anthony Padalino comentó a Defense One sobre los desafíos de la defensa contra drones, señalando: “No tenía un solo defensor aéreo bajo mi mando encargado de defender la Base Aérea Al Assad. Eran artilleros, médicos, infantes”.
Curiosamente, el ejercicio se centró principalmente en grandes drones estacionarios como objetivos designados, sin el uso de pequeños drones FPV (vista en primera persona) de alta velocidad. Estos drones FPV han demostrado ser efectivos en Ucrania para ataques contra aeronaves y otros activos, dada su velocidad y maniobrabilidad, lo que los hace más difíciles de interceptar con defensas convencionales. La ausencia de drones FPV en este ejercicio se atribuyó a las robustas fortificaciones de las bases estadounidenses contra tales amenazas menores, que generalmente poseen capacidades de carga limitada.
El Ejército tiene previsto llevar a cabo ejercicios adicionales contra drones para asegurar que los soldados mantengan la competencia necesaria en el empleo de los sistemas de armas y tácticas precisas para abordar el cambiante panorama de la guerra con drones.