Las operaciones con drones de Ucrania han alcanzado, según informes, una nueva etapa tras un ataque en la base aérea de Olenya, situada en la península de Kola, en el Ártico, a más de 1.900 kilómetros de las fronteras ucranianas. Este incidente, cubierto por Politico, involucró ataques contra un avión portador de misiles de largo alcance Tupolev Tu-22M3, según la inteligencia ucraniana.
Si bien el medio ucraniano Pravda ha destacado estos desarrollos, las autoridades rusas aún no han confirmado el ataque y no se han proporcionado detalles adicionales por parte de los funcionarios militares de Ucrania. El aeródromo de Olenya, ubicado a tan solo 200 kilómetros de la frontera con Finlandia, ha sido previamente un punto de lanzamiento para los ataques con misiles de crucero rusos dirigidos a la infraestructura civil en Ucrania. Informes del Barents Observer indican que bombarderos Tu-95MS desde esta base participaron en recientes bombardeos, incluyendo un incidente que involucró un hospital infantil en Kiev.
El presidente finlandés Alexander Stubb abordó los ataques con drones, afirmando que Finlandia tiene el control de la situación y cuenta con la capacidad de respuesta, destacando los posibles impactos regionales del incidente. Aunque no reconoció específicamente el ataque a Olenya, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy elogió los esfuerzos militares por atacar bases rusas en los territorios ocupados de Ucrania.
En sus declaraciones, Zelenskyy afirmó: “Cada base aérea rusa destruida, cada avión militar ruso destruido —ya sea en tierra o en el aire— significa salvar vidas ucranianas”. Este ataque reportado en la base aérea de Olenya constituye un notable avance en las capacidades de drones de Ucrania y en su alcance operativo.
La habilidad para atacar activos estratégicos rusos en lo profundo de su territorio podría alterar la dinámica del conflicto. A medida que la tecnología de drones avanza, se espera que la realización de ataques de precisión a larga distancia juegue un papel cada vez más crucial en la guerra contemporánea. Esto resalta la necesidad de que las organizaciones militares de todo el mundo desarrollen medidas defensivas contra este emergente escenario de amenazas.