En un artículo online provocador, Chris Fink, Fundador y CEO de Unmanned Vehicle Technologies (UVT), analiza las posibles repercusiones del Acta de Drones para Contrarrestar al CCP y el Acta de Drones para Primeros Intervinientes (DFR Act). Desde una perspectiva interna, Fink argumenta que estas medidas legislativas podrían tener impactos significativos en el mercado de drones estadounidense.
Una preocupación clave resaltada por Fink es la falta de escalabilidad fuera de China. Relata una experiencia personal en la que UVT ordenó dos drones Blue sUAS a un fabricante estadounidense el 3 de enero de 2024, pero no los recibió hasta el 24 de mayo de 2024, esperando 142 días para recibir dos drones. En contraste, pudieron pedir y recibir alrededor de 270 drones fabricados en China en el mismo período de tiempo. Esta disparidad subraya la brecha significativa entre los fabricantes de drones chinos y estadounidenses, con Fink advirtiendo que un aumento repentino en la demanda de drones estadounidenses podría abrumar la cadena de suministro.
Fink también destaca la disparidad en la experiencia entre las empresas de drones chinas y estadounidenses, señalando que empresas como DJI han establecido un historial de entrega de drones comerciales de alta calidad a lo largo de los años, mientras que empresas estadounidenses como Skydio y Brinc son actores relativamente más nuevos en el mercado. Esta diferencia en experiencia puede ocasionar desafíos para satisfacer la creciente demanda de drones fabricados en Estados Unidos.
El artículo también cita comentarios de profesionales de la industria como J.D. D’Arville, señalando los desafíos que enfrentan los fabricantes de drones estadounidenses para cumplir con los pedidos. Fink argumenta que en lugar de abogar por la prohibición de drones chinos, los legisladores estadounidenses deberían considerar brindar apoyo a las empresas nacionales para ayudarlas a crecer y competir eficazmente.
En conclusión, el artículo enfatiza la importancia de un enfoque colaborativo entre los legisladores y las partes interesadas de la industria para desarrollar un plan estratégico que equilibre las preocupaciones de seguridad nacional con las realidades prácticas del mercado de drones. Trabajando juntos, la industria de drones de Estados Unidos puede sortear estos desafíos y posicionarse para el éxito en un paisaje global competitivo.