En un importante avance, los científicos del Centro de Investigación Ames de la NASA están utilizando tecnología aeroespacial de última generación para mejorar la seguridad de las comunidades del Área de la Bahía amenazadas por devastadores incendios forestales. A medida que la región se prepara para lo que podría ser una temporada de incendios forestales activa debido al aumento de las temperaturas y las condiciones secas, el innovador proyecto de drones de la NASA ofrece un sentido de optimismo.
Para Kathryn Chapman, Ingeniera Aeroespacial en el Centro de Investigación Ames de la NASA, esta misión tiene un significado especial. Al haber crecido en California, tiene una experiencia de primera mano sobre el impacto destructivo que los incendios forestales pueden tener en sus seres queridos.
“Varios miembros de mi familia han tenido que evacuar o incluso prepararse para marcharse porque el fuego se acercaba”, compartió Chapman.
Actualmente, los drones son utilizados por el Servicio Forestal de los EE. UU. para identificar, monitorear y capturar imágenes térmicas de incendios forestales específicos en tiempo real. Sin embargo, el trabajo de Chapman en la NASA tiene como objetivo expandir las capacidades de los drones, permitiendo que los Primeros Interventores los utilicen para una variedad de tareas.
Históricamente, los drones han sido invaluables en situaciones de respuesta a desastres. Por ejemplo, en Utah, se utilizaron drones para monitorear y manejar incendios forestales, permitiendo la asignación eficiente de recursos contra incendios. Además, los drones han desempeñado un papel crítico en operaciones de rescate por inundaciones, como el dramático rescate de una mujer en Texas, donde las rápidas acciones de un operador de drones la salvaron de las aguas crecientes.
El proyecto ACERO de la NASA está desarrollando software de control de tráfico aéreo específicamente diseñado para los primeros intervinientes involucrados en la coordinación y operaciones de incendios forestales. El software está diseñado para mejorar la comunicación y la conciencia situacional tanto para drones como para aeronaves que operan en el espacio aéreo de emergencia.
Jonas Jonsson, Líder de la Demonstración de ACERO de la NASA, destacó una característica clave de seguridad: “Durante nuestras operaciones, tenemos una señal auditiva en caso de que una aeronave se acerque demasiado”.
El objetivo final del proyecto ACERO es desplegar helicópteros estilo drone fire hawks que puedan combatir incendios forestales las 24 horas del día, incluyendo por la noche y en condiciones de humo intenso donde las aeronaves tradicionales pueden enfrentar desafíos para operar de manera segura.
Para Chapman, contribuir a proyectos como ACERO que impactan directamente a su comunidad es muy gratificante.
“Es extremadamente importante para mí participar en proyectos como este que tienen un impacto tangible en cosas que son importantes para mí y cercanas a donde vivo”, enfatizó.
La NASA se está preparando para un hito significativo, con el primer vuelo de demostración de drones de ACERO junto a los bomberos programado para el otoño o primavera de 2024. Esta demostración marcará un avance crucial en el progreso del proyecto y su potencial aplicación práctica.
El proyecto ACERO de la NASA representa una iniciativa innovadora que utiliza la Tecnología de Drones para transformar la lucha contra incendios forestales. Al equipar a los primeros intervinientes con herramientas y capacidades avanzadas, este proyecto tiene el potencial de salvar numerosas viviendas y vidas ante temporadas de incendios forestales cada vez más severas.
A medida que el cambio climático empeora la frecuencia e intensidad de los incendios forestales, soluciones innovadoras como ACERO se vuelven aún más cruciales. Al integrar drones en las operaciones contra incendios, se mejora la seguridad para los bomberos y la respuesta a estos eventos devastadores se vuelve más eficiente y efectiva.
Además, el proyecto ACERO demuestra el inmenso potencial de los drones en escenarios de respuesta a emergencias. A medida que la tecnología continúa evolucionando, podemos anticipar que los drones jugarán un papel más significativo en varios aspectos de la seguridad pública y la gestión de desastres.
La dedicación de la NASA a utilizar su experiencia y recursos para abordar desafíos del mundo real es digna de elogio. A través de la colaboración con los bomberos y otros interesados, el proyecto ACERO garantiza que las soluciones desarrolladas satisfagan las necesidades específicas de quienes están en primera línea.
Mientras anticipamos el próximo vuelo de demostración de drones de ACERO, es evidente que este proyecto representa un avance significativo en la lucha contra incendios forestales. Con investigadores dedicados como Kathryn Chapman liderando el camino, podemos ser optimistas de que el futuro de la respuesta a incendios forestales será más efectivo, eficiente y seguro para todos los involucrados.
