Olvida el revuelo en torno a las entregas de drones de Walmart; ahora los drones están siendo utilizados de una manera sorprendente por los investigadores. La última aplicación implica mapear las temperaturas óptimas para la supervivencia de lagartijas, un avance que podría revolucionar nuestra comprensión de la conservación de reptiles frente al cambio climático.
Las criaturas de sangre fría, como las lagartijas, dependen de rangos de temperatura específicos para prosperar. Con las actividades humanas y el cambio climático alterando sus hábitats, se ha vuelto crucial estudiar las condiciones térmicas en las que estos animales existen. El anolis de las Islas de la Bahía (Anolis bicaorum), una especie en peligro crítico exclusiva de Utila, Honduras, está amenazada por la pérdida de hábitat debido a la expansión urbana.
Los métodos tradicionales de evaluar el entorno térmico de una lagartija implican el uso de réplicas de lagartijas impresas en 3D equipadas con termómetros. Sin embargo, el costo de estas réplicas limita la cantidad de datos recolectados, lo que dificulta evaluar la idoneidad de la temperatura en paisajes enteros.
Para superar esta limitación, los investigadores han recurrido a los drones para recolectar métricas detalladas de la cubierta del dosel en áreas de estudio expansivas. Al hacer que los drones se sitúen a unos metros sobre las parcelas designadas y capturar imágenes de alta resolución, han podido extraer datos valiosos sobre la cobertura y estructura del dosel. Al combinar estos datos aéreos con lecturas de temperatura terrestres y algoritmos de aprendizaje automático, los investigadores han logrado predecir las temperaturas experimentadas por las lagartijas A. bicaorum al mediodía solar.
Esta metodología basada en drones permite la creación de mapas de temperatura continuos y de alta resolución que cubren paisajes enteros, proporcionando datos más completos para la planificación de la conservación en comparación con los métodos convencionales. Estos mapas detallados son esenciales para comprender los efectos del cambio climático y la pérdida de hábitat en especies de sangre fría.
La siguiente fase de esta investigación implica expandir el método a diferentes especies y hábitats, así como incorporar datos en 3D para mapear variaciones térmicas a lo largo del día. Este enfoque integral promete mejorar nuestro conocimiento sobre cómo especies como la lagartija A. bicaorum interactúan con sus entornos térmicos.
Los drones están surgiendo como herramientas invaluables en el ámbito de la conservación de la vida silvestre. Este enfoque innovador subraya su potencial para recopilar datos vitales de manera eficiente y precisa, ayudando en la lucha contra las amenazas planteadas por el cambio climático y la pérdida de hábitat. A medida que la tecnología avanza, es probable que los drones asuman un papel aún más significativo en la protección de la biodiversidad del planeta.