El Departamento de Policía de Denver ha sido históricamente reacio a utilizar drones, habiendo interrumpido su uso en 2018. Sin embargo, recientes recortes presupuestarios han llevado a reconsiderar esta decisión, lo que ha llevado a planes para reintroducir drones para ciertas actividades policiales.
En respuesta a severas reducciones presupuestarias, la fuerza policial de Denver planea desplegar nuevos drones para ayudar en llamadas específicas al 911. Esta iniciativa es posible en parte gracias a una subvención de $100,000 de la Fundación de la Policía de Denver. Los drones se utilizarán para proporcionar vigilancia y apoyo adicionales en situaciones donde la falta de personal pueda obstaculizar una respuesta rápida en el terreno.
Si bien el uso de drones por parte de las agencias de aplicación de la ley está cada vez más extendido en los Estados Unidos, también plantea preocupaciones sobre la privacidad y la vigilancia. El Departamento de Policía de Denver reconoce estas preocupaciones y enfatiza que los drones no reemplazarán la respuesta policial tradicional, sino que mejorarán sus capacidades en ciertas situaciones.
Con las escaseces de personal resultantes de los recortes presupuestarios, las autoridades policiales de Denver están buscando expandir su programa de drones en el futuro. Los planes incluyen establecer una red de drones para proporcionar una respuesta sistemática a las llamadas al 911, complementando el trabajo de los agentes de policía en el terreno.
El sargento Jeremiah Gates, quien lidera el programa de drones en la Oficina del Sheriff del Condado de Arapahoe, reconoce el creciente papel de los drones en la aplicación de la ley. Él cree que la tecnología de drones es el futuro de la policía, sea bienvenida o no.
Al reintroducir drones en sus operaciones, el Departamento de Policía de Denver se une a una tendencia más amplia en la aplicación de la ley hacia la utilización de vehículos aéreos no tripulados para diversas tareas como monitorización del tráfico, operaciones de búsqueda y rescate, y respuesta a emergencias. Este cambio marca una evolución significativa en las prácticas de aplicación de la ley y subraya la adaptación continua de la tecnología para satisfacer las necesidades de la policía moderna.