La CBP, oficina del gobierno Estadounidense que se ocupa de la protección fronteriza y lucha contra el tráfico de drogas en la frontera con México, utiliza drones MQ-9 Reaper, fabricados por General Atomics, para operar en la zona fronteriza e intentar evitar que los narcos introduzcan cargamentos a EEUU y que no se infiltren terroristas en su territorio.
Defensa ha elegido el mismo modelo para que se convierta en el primer UAV estratégico de la historia de ejército del aire, pero según desvela ahora el Departamento de seguridad Nacional Estadounidense, estos dispositivos, no están exentos de ser pirateados por el enemigo, ya que son vulnerables en el sistema de navegación por coordenadas GPS.
El sistema envía al dron las coordenadas del lugar que deben patrullar en tiempo real, pero los narcotraficantes, son capaces de atacar ese sistema GPS, enviando desde un ordenador coordenadas falsas, y desviando al dron de la zona momentáneamente, ya que toma esas coordenadas falsas como legítimas durante un momento y aprovechan ese espacio de tiempo mientras el error es corregido, para introducir la mercancía.
Esto es lo que ocurre por utilizar sistemas de posicionamiento como el GPS de hace más de 40 años.