Como hemos hablado ya en diferentes ocasiones, los drones comerciales tienen un mercado que crece a un ritmo mucho mas elevado que la legislación y formación de los usuarios, que, en unos casos por desconocimiento y otros directamente porque no piensan en las posibles consecuencias que pueden tener sus actos.
Nuestro artículo en el que nos quejábamos que el problema no son los drones sino los insensatos que los usan, hablábamos que una fuerte regulación no servirá de mucho ya que, la mayoría de las veces a las personas que provocan los problemas, o desconocen (y no se molestan en saber) o directamente les dan igual las leyes existentes ya que piensan que “no va a pasar nada ni los van a pillar”, algo, que en algunos casos no se cumple y reciben sanciones.
Las asociaciones de profesionales del sector temen que por culpa de estos individuos, las leyes las endurezcan y, realmente, a los único que van a perjudicar, será a los profesionales que actualmente ya cumplen con la ley.
¿Como acabará finalmente la regulación?¿Se hará con cabeza?
Fuente: Jacksonville