De nuevo, un caso de un piloto insensato haciendo uso de su dron cerca de un espacio totalmente prohibido, un aeropuerto comercial.
En este caso ha sucedido en Calgary, Canadá, donde las autoridades del aeropuerto se dieron cuenta que un aparato se encontraba a una distancia no superior a 1 km y rápidamente llamaron a la policía para intentar capturar al piloto temerario que estaba poniendo en peligro al resto de aeronaves, incluyendo, lógicamente a sus tripulantes.
A pesar de que la policía acudió con bastante celeridad al lugar donde había sido visto, el responsable no ha sido capturado aunque si que se ha abierto una investigación sobre el incidente para conseguir capturar al responsable.
Fuente: Suasnews