La nueva regulación en relación a los drones, quiere, entre otras cosas, proteger la privacidad de los particulares ante la invasión que puede producirse con este tipo de aparatos.

A pesar de que la regulación se ve de lo mas lógico posible, las autoridades aéreas en Nueva Zelanda están sorprendidas de las pocas denuncias que se han recibido al respecto, de hecho, tan solo una denuncia ha sido interpuesta ante la comisión de privacidad hasta la fecha.

Esta nueva regulación limitará el poder volar por encima de ninguna casa sin el consentimiento expreso del dueño de dicha casa, evitando así, perder la intimidad mientras se disfruta, por ejemplo, de nuestro jardín.

Fuente: Suasnews