Las baterías de los drones son una de las partes más delicadas del mismo y requieren unos cuidados que pocas veces se tienen en cuenta.

Utilizamos baterías como sistema de aporte energético porque son fáciles de recargar, y mediante su corriente es posible alimentar todos los circuitos de drones de mediano y pequeño tamaño. El mercado está plagado de baterías LiPo, que son las que ofrecen una mejor relación entre la energía que son capaces de almacenar y el peso y volumen que ocupan, dentro de unos costes accesibles para el gran público.

Estas baterías son utilizadas desde hace tiempo en teléfonos móviles, y podríamos considerar que la masificación de estos ha permitido en gran medida el desarrollo de las LiPo, y de otros elementos que encontramos en nuestros drones como son los giroscopios o los GPS compactos.

Capacidad:

De todas las especificaciones que solemos ver en una batería, el que más nos suele preocupar son los miliamperios, que en definitiva es la capacidad de la batería. Drones de juguete como un Hubsan suelen utilizar baterías entre 350 y 500 mah, en carreras nos movemos entre 2000 y 3000, sistemas tipo Phantom entre 4500 y 6000, y algunos Drones de alta capacidad de carga pueden superar con facilidad los 20000 miliamperios.

Celdas:

Las baterías LiPo están compuestas por una o varias celdas, conectadas en serie, cada una de ellas con un voltaje de 3,7 voltios en condiciones de almacenamiento. Por norma general se conectan en serie, de forma que la tensión nominal total siempre será un múltiplo de 3,7. Sin embargo tienen un margen de trabajo que oscila entre los 4,2 voltios por celda cuando están en carga máxima, y los 3 voltios cuando se encuentran sin apenas energía. Bajo ningún concepto se deben superar estos límites, porque la batería podría incendiarse o quedar inservible. Por ello, la mayoría de drones disponen de cargadores y sistemas internos capaces de controlar la carga y descarga de las baterías. En caso contrario, puedes encontrar en el mercado varios tipos de cargadores capaces de realizar esta tarea con cualquier tipo de batería, y que además se encargan de mantener equilibradas las cargas en cada celda para mejorar su eficiencia y durabilidad.

Capacidad de descarga:

Otro aspecto fundamental de estas baterías es su capacidad de entregar energía en momentos concretos y de forma segura, es lo que se conoce como tasa de descarga, y se identifica por un numero, seguido de una C. 30C, 40C, son números muy habituales. Imagina una batería de 6000 miliamperios, si fuese de tipo 1C, sería capaz de entregar esa energía de 6 amperios durante una hora. Si fuese de tipo 2C, entregaría el doble de energía, 12 amperios, pero en la mitad de tiempo. Si llegamos a 20C, lo haría en apenas 5 minutos, pero con nada menos que 120 amperios. Por norma general cada dron te indicará el tipo de batería que debes utilizar, y debes ser muy estricto en este sentido si no quieres dañarlo.

Recomendaciones:

• Utiliza siempre baterías originales reconocidas por el fabricante, que garanticen y aseguren la funcionalidad del dron, o en su defecto baterías de máxima calidad.

• Nunca almacenes baterías ni a plena carga ni a punto de acabarse. Merece la pena una vez acabado el vuelo, al volver a casa, hacer una carga que ponga la batería de nuevo entre un 25 y un 50%. Esto maximizará su durabilidad.

• Nunca cargues una batería recién acabado un vuelo, o vueles con una batería que acabas de cargar. Las reacciones químicas que se producen en su interior durante estos procesos tienen que estabilizarse, una buena decisión es no utilizar una batería que esté caliente al tacto.

• Los procesos de carga de baterías no deben dejarse desatendidos. Una batería LiPo de gran capacidad, si en encuentra en mal estado puede estallar y provocar un incendio. Por esto es muy importante usar cargadores oficiales o de gran calidad, al igual que unas baterías en consonancia.

• Identifica tus baterías, controla sus ciclos y estado. Es conveniente observar el estado general de una batería. Jamás debe estar inflada, no mostrar un aspecto rugoso, o no encajar en su compartimento. Si esto ocurre, debes inutilizar esta batería por tu propia seguridad y la de tus vuelos. Cuando identifiques que una batería pierde durabilidad, ten esto más presente. Aunque su efecto memoria es bajo, tienen sus ciclos máximos de carga, aproximadamente 300 en la mayoría de los fabricantes y en condiciones normales. Si ves que una batería dura por debajo del 60% inicial realiza una descarga casi completa, descansa un par de horas y cárgala de nuevo a tope. Cuando decaiga por debajo del 45%, deberás deshacerte de ella.

• Almacena las baterías en lugares que no bajen de 0 grados y que tampoco superen los 35. La congelación es mortal para las baterías, y una temperatura extrema, ojo con el maletero de los coches y el verano, también puede destruirlas. Si vas a estar semanas sin utilizarlas, pierde unos minutos cada 15 días en revisarlas, en aspecto y voltaje. Existen cajas especiales de almacenaje si vas a estar mucho tiempo sin utilizarlas, que evitarán un posible incendio en caso de reacción química.

• Cuando te deshagas de una batería, déjala en un voltaje muy bajo cerca de su límite inferior, y llévala a un punto de reciclaje de baterías, o ponte en contacto con tu distribuidor de confianza donde compraste el dron o la batería, muchos de ellos se encargan de su recogida y tratamiento posterior.