Una de las cosas que siempre decimos es el hecho de volar los drones con sentido común, sobretodo, evitar zonas con gente y realizar actividades peligrosas.
Esto es lo que no ha debido pensar el dueño de un dron en Christchurch, Nueva Zelanda, que, el sábado sobre las 15:30 estampó su dron contra el edificio donde se encontraba el restaurante y quedó atascado, subiendo, según las personas que estaban en el restaurante, el dueño del local a recogerlo.
Según las palabras del dueño del restaurante, seguramente, alguien reclame el dron, ya que, por medio de la grabación de la cámara, no se ha podido sacar ninguna información del dueño del aparato accidentado, que, afortunadamente no provocó daño alguno, ni material ni personal.
Fuente: Suasnews